Un equipo liderado por el millonario y exturista del espacio Dennis Tito planea enviar de ida y regreso a una "pareja-prueba" a Marte, en una misión financiada por capital privado.

La Fundación Inspiración Marte planea empezar su misión de un año y medio en enero de 2018.

El grupo ha hecho un estudio en el que asegura que es viable cumplir con ese tipo de misión usando tecnología que ya existe.

La fundación todavía le hace falta gestionar los fondos para su misión. Entre los involucrados en el proyecto hace parte Jane Poynter, que pasó encerrada dos años en un ecosistema con otras siete personas en 1991, experiencia que describió como “El Jardín del Edén de la nueva era”.

Poynter le dijo a la BBC que los diseñadores de la misión desean que la tripulación esté conformada por personas de mayor edad, cuya relación sea capaz de resistir el estrés de vivir en confinamiento por dos años.

"Puedo asegurar después de haber vivido en el Biósfera 2, que contar con alguien en quien tú confías y quieres enteramente es algo extraordinario", señala Poynter.

La mujer, que terminó casándose con Taber Macallum -uno de los participantes en el Biósfera 2- admite que puede ser un reto para la pareja. Pero cree que el proceso de selección apunta a encontrar "gente resistente capaz de mantener una actitud de optimista frente a la adversidad".

El plan consistía en encontrar una pareja de mediana edad porque su salud y fertilidad se podrían ver menos afectados a causa de la radiación a la que se podrían exponer durante la larga misión.

"Ha sido extraordinario desde el punto de vista científico ya que no hemos hecho los mismos avances en vuelos espaciales tripulados", dice Dennis Tito.

La pareja recibiría un entrenamiento extensivo y podrá recurrir a apoyo psicológico durante la misión.

La expectativa de Poynter es que el viaje en pareja a Marte sea "inspirador".

"Queremos que los tripulantes de la nave representen a la humanidad", dijo. "Queremos que los jóvenes del mundo se sientan identificados en los viajes".

"Algunas parejas ya han hecho viajes al espacio anteriormente, en viajes cortos, y parece que ha funcionado bien"

Jane Poynter, exparticipante del proyecto Biósfera 2, en 1991.

El profesor Chsristopher Riley, historiador del espacio de la Universidad de Lincoln, cree que enviar una pareja a Marte es una buena idea.

"La idea de enviar astronautas mayores cque ya tienen hijos, en misiones que duran más tiempo, ha estado rondado hace un tiempo. La razón es que una misión como la que se plantea podría volverlos infértiles".

"Algunas parejas casadas ya han hecho viajes al espacio anteriormente y parece que ha funcionado bien".

Sin embargo, los resultados surgidos del llamado Proyecto Marte 500, sugieren que personas seleccionadas con cuidado, tienen probabilidad de sufrir problemas psicológicos en misiones espaciales prolongadas.

La misión viajará directo al planeta rojo y regresará sin aterrizar, lo que reduce sustancialmente los costos de la misión. El equipo de Inspiración Marte cree que dentro de cinco años será técnicamente posible enviar una misión de este tipo al espacio.

Están apuntándole a lograrlo en enero de 2018 porque coincide con una acercamiento de Marte a la Tierra, lo que acortaría el viaje a un año y medio -501 días- cuando normalmente tardaría dos o tres años.

Muchos creen que se deben desarrollar nuevas tecnologías que permitan lidiar con los extensos periodos de radiación que implica un viaje como este, y capaz de suplir las necesidades de comida y agua para los tripulantes.

El equipo dice que ha llevado a cabo un estudio de viabilidad para la misión, que será dada a conocer el domingo. Anu Ojha, del Centro Espacial Nacional Británico de Leicester, Reino Unido, conoce el estudio.

Asegura que en teoría es posible ir a Marte y volver con los sistemas Dragon y Falcon Heavy, fabricados por la compañía SpaceX, con sede en California.

Cabos sueltos

Pero las condiciones podrían ser de un espacio reducido y hacinamiento, sin espacio para trajes espaciales presurizados. El informe sugiere que 1.360 kilos de alimentos deshidratados serán suficientes para el viaje, y manifiesta que incluye 28 kilos de papel higiénico, apenas para una tripulación de dos personas por 500 días.

Según Ojha, el tema de la protección radiológica "se pasa por alto", con la aceptación de que todavía falta explorar más "soluciones creativas" para resolver el tema. Se necesitará también más trabajo para encontrar la manera de convertir la orina en agua.

Dennis Tito

Dennis Tito pagó US$20 millones por viajar como turista espacial en el ISS, en 2001.

El millonario está financiando parte del proyecto, pero se requiere conseguir mucho más dinero. Los organizadores no han dicho todavía cuánto costaría la misión en total, limitándose a decir que es mucho más barato de lo que se podría imaginar.

Poynter confirmó que todavía se requiere conseguir buena parte de los fondos.

Anu Ojha cree que a menos de que el 100% de la financiación esté asegurada, la misión nunca dejará el suelo.

"Si un grupo de millonarios se ha comprometido a poner los US$1.000 millones o US$2.000 millones que se requieren, se podría ver la historia hecha realidad en cinco años. Pero si en cambio se escucha en la rueda de prensa "tenemos un proyecto fantástico pero necesitamos dinero, por favor colaboren generosamente", aseguró a BBC.

Sin embargo, el profesor Riley es más optimista. "Hay muchos grandes "síes" para lograr esta empresa épica, pero ninguno imposible de financiar, y además hay una gran voluntad de lograrlo".

"Se necesitan inconformes como Tito para que estas cosas ocurran en la historia. El viaje sería tan significativo como la primera circunnavegación de Apolo 8 alrededor de la Luna, la víspera de navidad de 1968, cuando el mundo escuchó las reflexiones de los primeros seres humanos que orbitaron otro mundo.

"Tal vez 50 años después, en 2018, podamos escuchar una transmisión similar desde Marte. Espero que sí".

El esfuerzo representa el más reciente desarrollo de empresas privadas dentro de la exploración espacial. En diciembre pasado, uno de los últimos hombres en la luna, Harrison Schmitt, dijo a la BBC que creía que la NASA y otras agencias espaciales estatales eran "demasiado ineficientes" para enviar astronautas de nuevo a la Luna.