Ellos dicen quién puede o no cosechar limones o aguacates, y los que autorizan la venta de pan, agua embotellada y leche en los pueblos de su región. También establecen el precio de tortillas, vegetales o carne, y recientemente prohibieron durante dos días el consumo de alcohol para honrar "a sus héroes caídos".

Son Los Caballeros Templarios, un cartel de narcotráfico que opera en el occidente de México, y que según especialistas y autoridades aumentó su fuerza en los últimos meses.

El grupo se concentra principalmente en Michoacán, donde ha amenazado a varias empresas -incluso trasnacionales- con quemar sus bodegas y camiones de distribución si ingresan a algunas poblaciones en la zona montañosa del estado.

Algunas de estas compañías, como Sabritas, filial de Pepsico, sufrieron ataques en meses anteriores, y hace algunas semanas ocho productores de limón que denunciaron el acoso de los Templarios fueron asesinados en una emboscada.

Especialistas como la consultora en seguridad Stratfor aseguran que la fuerza de la banda está en crecimiento, sobre todo por su alianza con el cartel conocido como La Federación de Sinaloa.

Pero el gobierno de Michoacán asegura que el problema se limita a una parte del estado y que hasta ahora la inseguridad no ha afectado la economía local.

"La situación en Michoacán no es de negligencia o de anarquía en seguridad, es una situación en la que se está trabajando y atacando", le dice a BBC Mundo Ricardo Martínez Suárez, secretario de Desarrollo Económico.

Sin embargo las nuevas amenazas del cartel alarmaron a organizaciones empresariales.

"Lo vemos con mucha preocupación y lo que esperamos de la autoridad es el apoyo para que investigue", dijo recientemente el presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Michoacán, Carlos Gálvez.

"El Tío"

"La situación en Michoacán no es de negligencia o de anarquía en seguridad, es una situación en la que se está trabajando y atacando"

Ricardo Martínez, gobierno de Michoacán

Los Caballeros Templarios formaron parte de La Familia Michoacana hasta los primeros meses de 2011, cuando el cartel se dividió tras la muerte de uno de sus principales líderes, Nazario Moreno González conocido como "El Chayo" o "El Más Loco".

Fue uno de los ideólogos de la organización. El Chayo escribió un prontuario con consejos de superación personal, que se convirtió en el código de conducta de los miembros de la banda.

El gobierno del expresidente Felipe Calderón dijo que Moreno murió durante un enfrentamiento con la Policía Federal, pero su cuerpo no fue localizado por las autoridades.

La muerte del jefe dividió a los subalternos.

Al desaparecer "El Más Loco" el cartel se dividió. Dos de los cofundadores, Dionicio Loya Plancarte, conocido como "El Tío" y responsable de las relaciones políticas del grupo, así como el profesor Servando Gómez, "La Tuta", reunieron a la mayoría de los miembros originales y crearon a los Templarios.

El nuevo grupo se fortaleció con rapidez no sólo por su alianza con el Cartel de Sinaloa, sino porque sus nuevos rivales perdieron a su jefe, Jesús Méndez Vargas, "El Chango".

En las zonas donde operan, Los Templarios castigan robos, secuestros o extorsiones que no son cometidos por sus miembros, según el gobierno federal, y también prohíben a sus seguidores y sicarios consumir drogas, conducir en estado de embriaguez o maltratar a familias y parejas.

Según ha documentado la revista Proceso, el grupo dice financiarse con aportaciones "voluntarias" de empresarios, comerciantes y agricultores.

Pero autoridades y organizaciones empresariales y campesinas dicen que, en realidad, se trata de extorsiones.

Boicot

¿El nuevo santo de los narcos mexicanos?

Imagen de San Nazario, santo de Los Caballeros Templarios de Michoacán, México

Le dicen San Nazario. Es una estatuilla dorada que representa a Nazario Moreno González, conocido como El Chayo o El Más Loco, que inspiró el nacimiento del cartel de narcotráfico llamado Los Caballeros Templarios.

Según el gobierno del expresidente Felipe Calderón, El Chayo murió en diciembre de 2010 en el municipio de Apatzingán, Michoacán, al occidente de México.

Muchos de sus seguidores ahora le rinden culto, construyeron ermitas con su imagen y le ofrecen oraciones. Lo veneran como a cualquier otro santo de la Iglesia Católica.

El culto a El Más Loco es una de las razones que explican el crecimiento de Los Caballeros Templarios, dicen especialistas, pues ofrece a los miembros del cartel una protección social que no tienen otras organizaciones criminales. (Fotos cortesía de Francisco Castellanos J)

En los últimos meses Los Caballeros sostienen una guerra contra la banda conocida como Cartel Jalisco Nueva Generación, que nació de una fractura en la organización de Sinaloa.

Según el gobierno federal este grupo ha tratado de apoderarse de las rutas de producción y tráfico de drogas sintéticas en Michoacán, lo que provocó violentas batallas en las principales ciudades del estado.

En respuesta Los Templarios estrecharon el control de las zonas donde operan y prohibieron la entrada de camiones que distribuyen alimentos y agua, reparan líneas telefónicas o instalan servicio de televisión por cable.

La prohibición se estableció mediante papeletas y mensajes por las redes sociales de internet.

"A partir de hoy se les pide de la manera más atenta que va a estar prohibido surtir de sus productos a los poblados de Buenavista, La Ruana y Tepalcatepec", señala uno de los mensajes citado por el diario Reforma.

"A partir de esta semana se les van a quemar todas las unidades si se les sorprende ir a dichas localidades mencionadas".

En los pueblos señalados surgieron desde hace varias semanas grupos de autodefensa comunitaria, que aseguran luchar contra el acoso de Los Templarios.

La Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR) y la consultora Stratfor dicen, en cambio, que entre los miembros de las autodefensas hay personas vinculadas al cartel Jalisco Nueva Generación.

Vida cotidiana

¿Hasta que punto influyen Los Caballeros Templarios y su guerra territorial en la vida de Michoacán?

Las autoridades insisten que el problema se concentra en la zona conocida como Tierra Caliente, al sur del estado, una región agrícola donde también existen algunas minas y se ubica el puerto marítimo de Lázaro Cárdenas, el tercero más importante de México.

Allí también se encuentran las comunidades de mayor producción de aguacate en el mundo.

La presidenta del Centro Patronal de Michoacán, Luisa León Marín, asegura a BBC Mundo que la participación de esta región en el Producto Interno Bruto (PIB) estatal es de un 10% aproximadamente.

Sin embargo reconoce que la violencia afecta al resto de los ciudadanos, particularmente a los empresarios. "Hemos visto mermada la operación de varios de los socios. No tenemos una estadística pero en algunos giros se habla de un decrecimiento de hasta 40% de ingresos", dice.

Pero hasta ahora la guerra entre carteles no ha cancelado inversiones en Michoacán, asegura la presidenta del Centro Patronal. Aunque hace tiempo algunas empresas como Danone o Grupo Saba abandonaron el estado para huir de la violencia.