La crisis de Pemex se prolonga por más de una década.
Petróleos Mexicanos (Pemex) reconoció este lunes que enfrenta uno de los mayores problemas financieros de los últimos años.
En su informe de resultados de 2015, la empresa declaró una pérdida superior a 168.000 millones de pesos, unos US$9.180 millones.
La cifra corresponde sólo al último cuatrimestre del año pasado y se debe principalmente a la drástica caída del precio internacional del petróleo.
La pérdida global de todo el año pasado fue superior a 521.000 millones de pesos, unos US$30.000 millones.
Esta cantidad es el doble de la caída registrada en 2014, aunque la empresa aclaró que este año tuvo una mayor carga fiscal.
Ante estos datos, el director de Pemex, José Antonio González Anaya, anunció un recorte de 100.000 barriles diarios en su producción petrolera.
También anunció ajustes en el presupuesto de la empresa, que en conjunto suman 100.000 millones de pesos, equivalentes a US$5.000 millones.
"Pemex se fortalece", asegura su director, José Antonio González.
El proceso de ajuste también incluye posponer algunos planes de exploración y explotación de yacimientos, especialmente en aguas profundas.
"Será un proceso gradual, es un promedio. Estas cosas son graduales", dijo González Anaya en conferencia de prensa.
Pemex, insistió el funcionario, se mantiene como una empresa económicamente viable. El ajuste en su producción y presupuesto no afectará a sus trabajadores.
La crisis de Pemex se ha prolongado por más de una década, especialmente tras el declive de algunos de sus yacimientos más productivos como Cantarell, en el Golfo de México.
De hecho, la producción diaria de crudo, de cuatro millones en promedio, se redujo casi a la mitad.
Ahora, con la nueva reducción que se decreta, la extracción de petróleo será de 2,1 millones al día.
El director de la empresa productiva reconoció que parte de los problemas se deben al bajo precio de la mezcla mexicana en el mercado internacional.
De hecho las tarifas resultaron más bajas que las estimaciones oficiales.
El recorte de Pemex no afectará a sus trabajadores.
Petróleos Mexicanos compensó una parte de la reducción en sus ingresos con el pago de seguros contratados de antemano.
Pero ahora es necesario ajustar las finanzas internas a una cotización de US$25 en promedio por barril, reconoció González Anaya.
La crisis "lejos de debilitar a Pemex lo fortelece, nos permite enfrentar la realidad", insistió el funcionario.