¿Habrá Grito? Es la pregunta que más se escucha en México, y se refiere a la ceremonia para recordar el inicio de la lucha de Independencia.
Es la fiesta más representativa del país, cuando la noche del 15 de septiembre el presidente en turno lanza en el Zócalo de la capital el grito de Viva México.
La ceremonia de este domingo puede estar en riesgo, pues desde hace varios meses en la plaza –la más importante del país- acampan miles de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Los profesores no han decidido si desalojarán el Zócalo para permitir el festejo. El secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, asegura que la ceremonia y el desfile militar del día siguiente se realizarán sin problemas.
Pero Rubén Núñez, secretario general de la sección 22 de la CNTE dice que preparan una fiesta "popular" para esa noche. "No nos podemos mover solamente por un evento oficialista, porque ni siquiera es un evento patriótico", dijo a medios locales.
Sin embargo, este viernes la CNTE (tras negociar hasta el jueves en la noche con las autoridades) aprobaría retirarse del Zócalo, en una asamble que comienza a las 1200, hora local.
Para algunos especialistas el argumento de los maestros es parte de su protesta ante la promulgación de la Reforma Educativa, que debe aplicarse en todo el país durante los próximos seis meses.
La desocupación de la plaza forma parte de su negociación con el gobierno federal, añaden. Mientras, el Zócalo sigue ocupado.
Gritos y protestas
"No nos podemos mover solamente por un evento oficialista"
Rubén Núñez, CNTE
No es la primera vez que la Independencia mexicana se recuerda en medio de controversias, pues en los últimos años el Zócalo ha estado ocupado durante los días previos al festejo.
Por ejemplo durante el gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) la plaza fue escenario de protestas de comerciantes callejeros, trabajadores del servicio de limpieza, campesinos y militantes del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Su sucesor Ernesto Zedillo (1994-2000) enfrentó manifestaciones de deudores de la banca, petroleros, trabajadores del servicio de limpieza y hasta sexoservidoras, mientras que Vicente Fox (2000-2006) vivió protestas electorales.
Durante el período de Felipe Calderón (2006-2012) el Zócalo fue ocupado por seguidores del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, así como por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que reclamaban el cierre de su empleador, la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.
Pero en ningún caso la ceremonia fue suspendida, excepto en 2006 cuando Fox fue obligado a dar el Grito en la población de Dolores Hidalgo, Guanajuato, donde en 1810 inició la lucha por la Independencia.
El Zócalo capitalino estaba ocupado por un campamento de seguidores de López Obrador quienes protestaban por las cuestionadas elecciones de ese año, cuando Calderón ocupó la presidencia por decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
"¡Viva…! ¿Quién?"

El festejo por la Independencia de México en el Zócalo es emblemático
Pero el recuento de las ocupaciones en el Zócalo es apenas una parte de las controversias en torno a esta ceremonia.
El Grito de la Independencia recuerda la noche en que el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla, empezó una lucha armada en el territorio que entonces se conocía como la Nueva España.
La historia oficial dice que en su arenga Hidalgo llamó a derrotar "al mal gobierno", pero durante más de un siglo nunca se consignó que el sacerdote también lanzó vivas a la Virgen de Guadalupe, a la religión católica… Y al rey Fernando VII de España, que en esa época había sido depuesto por Napoleón.
En su libro De Héroes y Mitos el historiador Enrique Krauze documentó que fue en 1825, cuando se realizó la primera ceremonia para recordar la gesta independentista que inició la costumbre de realzar la figura del cura y de otros personajes que participaron en la conspiración que inició la revuelta.
La costumbre aún se conserva. Aunque legalmente no existe un protocolo para realizar la ceremonia, el grito tradicional es:
"¡Mexicanos!, ¡Vivan los héroes que nos dieron patria!, ¡Viva Hidalgo!, ¡Viva Morelos!, ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!, ¡Viva Allende!, ¡Vivan Aldama y Matamoros!, ¡Viva la independencia nacional!, ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!".
Sin embargo, algunos presidentes han intercalado a sus héroes favoritos, o incluso arengaron por algún proyecto político personal.
Así, Lázaro Cárdenas gritó: "¡Viva la Revolución Social!", Luis Echeverría arengó por "los países del tercer mundo"; José López Portillo incluyó a la "autodeterminación" en la ceremonia, Vicente Fox resaltó "la unidad de las y los mexicanos" y Felipe Calderón lanzó vivas a un festejo que nada tiene que ver con el momento: la Revolución.
¿Por qué ese cambio de discurso? Es parte de la tradición presidencialista mexicana, coinciden especialistas, pues al menos desde 1929 cada mandatario ha querido dar un cariz distinto a su gobierno.
Y la ceremonia del 15 de septiembre es la oportunidad ideal: ante la arenga por "los héroes que nos dieron patria" todos en el Zócalo responden "¡Viva!". Un entusiasmo que pocas veces generan los presidentes mexicanos.