Brasil contratará 4000 médicos cubanos y ya llegaron los primeros, lo cual parece poner muy nerviosos a algunos galenos de aquel país. Mientras, en mi barrio de La Habana, hay bastante alegría entre los aspirantes a voluntarios, que no son pocos.

Me comentan que les "pagarán mejores salarios que en otras misiones". Se habla de US$1.600 al mes, lo cual es una pequeña fortuna en un país donde un galeno puede ganar US$40 y la canasta básica de una familia se calcula en unos US$100 mensuales.

Las asociaciones médicas de Brasil y la prensa de Miami denuncian que se trata de "trabajo esclavo" porque los cubanos no recibirán los U$D4.000 que paga Brasilia por cada uno de ellos. Sin embargo, les costará bastante demostrar semejante acusación.

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Desde la apertura migratoria de enero los médicos cubanos son libres de salir y entrar de su país, pueden emigrar a donde deseen con sus familias y trabajar en cualquier clínica. Además, la operación Brasil está avalada por la Organización Panamericana de la Salud de la ONU.

Para Dilma Rousseff se trata de un asunto de interés público y social, Brasil necesita 54 mil médicos con el fin de ampliar la cobertura de salud a nivel nacional y además precisa a gran parte de ellos en zonas rurales, donde los doctores brasileños no quieren trabajar.

Médicos cubanos. (Foto: Raquel Pérez)

Las brigadas médicas cubanas han sido claves en situaciones extremas como la de los terremotos de Haití o Pakistán. (Foto: Raquel Pérez)

Por eso sorprende que el Consejo Federal de Medicina de Brasil argumente que la llegada de los cooperantes cubanos "expone la salud de la población a situaciones de riesgo". ¿Creerán acaso que los enfermos de esas regiones están más seguros sin atención médica?

Según el Ministerio de Salud brasileño, los cubanos irán a zonas del norte y noreste del país, justamente a aquellos lugares que no fueron elegidos por los brasileños ni por los extranjeros que aplicaron, a pesar de que se ofrecieron salarios de US$13.500.

244 galenos de España, Portugal, Uruguay y Argentina fueron también contratados pero solo aceptan trabajar en las ciudades. Y apenas un millar de brasileños se sumaron al empeño de llevar la salud a los cientos de municipios que no cuentan ni siquiera con un médico.

Solo Cuba dispone de tal cantidad de profesionales "todoterreno", capaces de ir donde sea, trabajar con mínimos recursos, organizar campañas preventivas de salud y utilizar hábilmente el diagnóstico clínico, clave en regiones carentes de equipos y laboratorios.

Los colegios médicos del continente los rechazan y el enfrentamiento se intensificó aún más con la apertura de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), que cada año gradúa miles de médicos de y para la región, la mayoría provenientes de comunidades muy pobres.

Hace unos días, a su paso por Cuba, el presidente uruguayo, Pepe Mujica, nos contaba que su país ya reconoce los títulos cubanos pero todavía hay algunas especialidades que el colegio médico no convalida. Son las que dan más ganancias, nos dijo con amargura.

(Foto: Raquel Pérez)

Cada año miles de jóvenes latinoamericanos se gradúan de médicos en la universidad cubana sin que les cueste un centavo. (Foto: Raquel Pérez)

No cabe duda de que esta inundación de médicos provenientes de la mayor de las Antillas aumenta la oferta en la región y por ende, a la larga, debería reducir los precios de la salud, afectando los ingresos de los galenos ya instalados.

Pero lo cierto es que, con los costos actuales, una parte de la población latinoamericana se está quedando sin cobertura de salud. Se trata de gente humilde que no puede pagar una clínica particular, muchos ni siquiera tienen dinero para una mutualista.

Además, pocos médicos aceptan trabajar de forma permanente en las zonas más apartadas y pobres de sus países, por lo que los enfermos deben disponer de dinero y tiempo para viajar a los centros urbanos en busca de la más mínima atención sanitaria.

Y lo esencial es que el número de profesionales de la salud de Brasil y de otros países del continente no es suficiente para extender los servicios primarios a toda la población. La formación de nuevos médicos debería ser una prioridad de todos los gobiernos.

Las autoridades de Brasil insisten en que no se trata de un asunto ideológico sino de que Cuba, con sus casi 80 mil galenos, es el único país del mundo capaz de desembarcar un contingente de miles de médicos, en un tiempo ínfimo y en las zonas más necesitadas.