Miles de argentinos se concentraron en distintos puntos del país este lunes por la noche para exigir el esclarecimiento de la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien fue hallado con un disparo en la cabeza el domingo por la noche.
Nisman debía presentarse este lunes ante el Congreso para explicar los detalles de una investigación en la que acusó a la presidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, y a otros funcionarios, de encubrimiento en el caso del atentado contra el centro judío AMIA, en 1994.
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Las principales marchas se realizaron en Buenos Aires, frente a la casa de gobierno en la Plaza de Mayo, y frente a la residencia presidencial en Olivos, en las afueras de la ciudad.
La protesta en Plaza de Mayo fue la más tensa, con algunos enfrentamientos entre la policía y manifestantes que intentaron acercarse a la Casa Rosada, protegida por vallas.
También hubo concentraciones en varias provincias e incluso en el vecino balneario uruguayo de Punta del Este, donde algunos argentinos vacacionan durante el verano.
Según la periodista de BBC Mundo en Argentina Veronica Smink, muchos de quienes asistieron a las protestas consideran que la muerte de Nisman fue sospechosa.
"A pesar de que por el momento la autopsia preliminar sugiere que se trató de un suicidio, muchos creen que el fiscal recibía presiones y amenazas y no recibió protección suficiente de parte de las autoridades", señaló.
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Sin embargo, este lunes el gobierno –que rechazaba las acusaciones de Nisman- aseguró que el fiscal era custodiado por diez policías y recordó que había rechazado ampliar su seguridad.