A medida que Estados Unidos continúa reduciendo sus operaciones de combate en Afganistán, cobra cada vez más importancia una batalla pendiente: la salud mental de sus veteranos de guerra.

Un nuevo estudio del Departamento de Asuntos de los Veteranos (VA, por sus siglas en inglés) estima que 22 veteranos se suicidan en promedio cada día, una cifra más alta de lo que se pensaba.

de esta entidad oficial cubre casos entre 1999 y 2010 con base en la información ofrecida por 21 estados del país -no incluye California y Texas, con poblaciones considerables de veteranos- y parece respaldar otras cifras dadas a conocer por militares hace unas semanas que mostraron que los números están aumentando.

Además, vuelve a llamar la atención sobre lo que el Departamento de Defensa calificó como "las heridas ocultas de la guerra": las lesiones sicológicas y emocionales de quienes vuelven a la vida civil tras un periodo en el frente de batalla.

Según estimaciones oficiales, más de dos millones de estadounidenses han sido desplegados a Irak y Afganistán desde el 11 de septiembre de 2001.

"Estable"

El Departamento de Asuntos de los Veteranos considera que este informe es el más completo que haya realizado sobre el tema, aunque también admite de entrada que no fue un análisis basado en la investigación y que tiene "limitaciones significativas".

veteranos discapacitados de EE.UU.

Los veteranos no sólo tienen que preocuparse de las heridas visibles de la guerra. También de las "ocultas".

En el documento explica que el número de veteranos que se suicidó cada día en 2010 -el último año disponible- fue de 22, la misma cifra que el año anterior.

Sin embargo, representa un aumento en comparación con el periodo 2003-2007, cuando el número osciló entre 18 y 19 al día.

El informe califica estas variaciones como "relativamente estables".

Además, explica que la mayoría de los suicidios sucede entre los veteranos mayores de 50 años.

Estas cifras llegan poco después de que medios estadounidenses revelaran que en 2012, el número de suicidios entre militares superó las muertes en combate (349 suicidios vs. 295 estadounidenses muertos en combate en Afganistán).

También se suma a otros informes -oficiales y privados- que han alertado sobre el tema de los suicidios en la tropa.

El Departamento de las Fuerzas Armadas -parte del Departamento de Defensa- publicó en 2012 un informe en el que detalla los problemas sicológicos en los soldados y el efecto que eso tiene en el ejército.

Dice, por ejemplo, que 950 veteranos atendidos por el VA intentaron suicidarse cada mes entre octubre de 2008 y diciembre de 2010 y reconoce que, en general, "la exposición al combate incrementa el riesgo individual al suicidio".

Ese informe concluye que los soldados y las familias necesitarán asistencia adicional durante su transición del ejército.

Prevención

Cuatro consecuencias del informe

Eric Shinseki

A raíz del informe presentado este viernes, el Departamento de Asuntos de los Veteranos -cuyo secretario es Erik Shinseki, en la foto- indicó que pondrá en marcha cuatro acciones de manera "inmediata".

  1. Una fuerza especial para dar recomendaciones sobre formas innovadoras en el cuidado de la salud, incluyendo nuevas maneras para encontrar los factores estresantes en los militares.
  2. Nuevos programas dedicados especialmente a las mujeres veteranas y a los veteranos de la era de Vietnam.
  3. Divulgación: Involucrar a más veteranos y más temprano en programas de tratamiento
  4. Añadir nuevos datos al informe. En mayo de 2013 está previsto un complemento al reporte actual.

La clave del asunto, según las distintas entidades que han analizado el tema, parece estar en cómo evitar que haya más suicidios entre los exmilitares.

El presente informe del VA, por ejemplo, dice que los programas que ha iniciado "están mejorando los resultados".

Esto está basado, en parte, en que si bien el número de suicidios entre veteranos ha crecido, su proporción entre todos los suicidios en Estados Unidos ha caído.

No obstante, el informe también reconoce que falta mucho trabajo, algo en lo que coincide con otros expertos.

Es el caso, por ejemplo, de la organización no gubernamental Veterans for Common Sense (VCS).

En una serie de artículos publicados a principios de enero, VCS resaltó que el departamento ha tenido "mejoras sustanciales", pero también dijo que "todavía tiene mucho camino por delante para que a ningún veterano se le nieguen o dilaten de manera impropia la asistencia médica y las prestaciones".

Otra organización, el centro de estudios Center for a New American Security, explicó en un que "Estados Unidos está perdiendo la batalla contra el suicidio de veteranos y personal militar. Y, a medida que más soldados regresan tras ser desplegados, el riesgo sólo crecerá".

El presidente, Barack Obama, también reconoció ese riesgo creciente y, en ese sentido, firmó en agosto de 2012 una para mejorar el acceso de los militares y veteranos a los servicios médicos.

El mandatario dijo que la ayuda a los veteranos es una prioridad clave de su gobierno y añadió que "los largos despliegues y las condiciones intensas de combate requieren un apoyo óptimo para las necesidades emocionales y de salud mental de nuestro personal militar y sus familias".

La orden incluye un apartado enteramente dedicado a la prevención del suicidio, con indicaciones para expandir las capacidades del VA, implementar campañas de prevención y revisar todos los programas existentes.

El estudio presentado este viernes está estrechamente relacionado con esas directrices de Obama.