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Los hombres pueden sufrir graves problemas de incontinencia urinaria y disfunción sexual por un suelo pélvico débil.

Hay temas que parecen ser tabú entre los hombres y uno de ellos es el del suelo pélvico.

Simplemente no se menciona.

La mayoría cree que esa zona del cuerpo es exclusiva de las mujeres y que para ellas están dirigidos los ejercicios que desde hace más de 60 años se recomiendan para facilitar las labores de parto.

Así fue en un principio, pero luego se comprobó que al trabajar el suelo pélvico también se lograba tener un mayor control de la vejiga y se podía disfrutar más de las relaciones sexuales. Sin importar el género.

De hecho, hay investigaciones que advierten que los problemas por un suelo pélvico débil puede ser incluso peor en los hombres y que los ejercicios para fortalecer esa zona puede ayudar a los hombres con su sexualidad como el viagra u otro tipo de medicamento.

"Es importante que la gente sepa lo que es el suelo pélvico, porque en general los hombres no lo saben y se tiende a confundir con la musculatura abdominal", le dijo a BBC Mundo Juan Francisco Marco, profesor del centro de ciencia deportiva y fitness Alto Rendimiento en España.

¿Qué es el suelo pélvico?

El suelo pélvico es la zona del cuerpo que está en la parte de abajo del tronco, donde se asientan y quedan protegidos los órganos y vísceras inferiores.

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Los músculos del suelo pélvico actúan como un soporte para los órganos y viseras inferiores del cuerpo.

Sirve como sustento principalmente de la vejiga, de los intestinos y del recto ya que actúa como cierre de la caja abdómino-pélvica.

"Es un grupo de músculos, concretamente cinco, de los cuales tres forman lo que sería la musculatura elevadora del ano, que es lo que se va a trabajar principalmente cuando se habla de entrenamiento de suelo pélvico", explicó Marco.

"Estos son ileocoxígeo, el pubocoxígeo y el puborrectal. A parte está el músculo coxígeo y el músculo obturador interno, que tiene relación con lo que es el CORE porque además es un rotador externo de la cadera".

La función de este grupo muscular interviene directamente en las funciones de orinar, defecación y en la sexualidad.

Los problemas

Además de afectar la incontinencia urinaria y la incontinencia fecal, también está lo que se llama el goteo postmiccional, que es cuando no se logra vaciar bien la vejiga y se produce una pequeña pérdida.

También está el hecho que afecta el comportamiento sexual de las personas, tanto físicamente como con ramificaciones psicológicas.

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Los hombres con un suelo pélvico débil sufren problemas físicos que luego tienen ramificaciones psicológicas.

"Puede causar la disfunción eréctil y eyaculación precoz, dos trastornos que se pueden mejorar mucho con un buen trabajo de suelo pélvico", agregó el profesor en ciencia deportiva.

"La mayoría de estos problemas vienen derivados cuando el individuo es sometido a una operación de próstata, que se conoce como una prostatectomía, que es cuando se extrae la próstata, sea por un cáncer o por otra razón".

Pero también se pueden generar por la falta de actividad física.

Ejercicios

El suelo pélvico se suele trabajar con una serie de ejercicios que fueron bautizados en honor al doctor Arnold Kegel.

El ginecólogo estadounidense desarrolló estos ejercicios para sus pacientes como método para control de la incontinencia urinaria de las mujeres después del parto.

El Kegel consiste en contraer y relajar repetidamente los músculos pélvicos activando toda la zona del ano, la zona de los testículos y la zona de los glúteos.

"A la hora de explicar cómo se hace ese ejercicio siempre les decimos a las personas que se imaginen como que tienen una flatulencia y deben apretar para que no salga", describió Marco.

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Uno de los ejercicios más comunes y más fáciles es el de elevar los pies y subir la cadera contrayendo los músculos del suelo pélvico.

"Ese efecto de apretar el glúteo para cerrar el ano ya te está haciendo trabajar toda la musculatura del suelo pélvico", señala.

"También se puede hacer a la hora de orinar. Se hace fuerza para cortar la orina, se aguanta un poquito, se dejar salir, la cortas y aguantas. Con eso se logra fortalecer la zona".

La idea de los ejercicios de suelo pélvico es hacerlos como cualquier otra rutina.

"Se hacen trabajos de tonificación con series de 12 a 15 repeticiones y con la posibilidad de llegar a 20 como máximo. Lo mejor es de pie porque si los hacemos sentado o tumbado hay más presión en esa zona y no hay tanto control como cuando estás parado", compartió el preparador físico español.

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Lo recomendable es hacer los ejercicios en series y repeticiones, contrayendo y relajando.

La rutina se compone de cuatro series por día y tres veces por semana, alternándolo con un trabajo abdominal para lograr un complemento ideal en la musculatura de esa zona del cuerpo.

La secuencia de las repeticiones es contraer, aguantar durante unos 10 segundos y se relaja otros diez.

Entre cada serie se recomienda un descanso de unos 30 segundos, aunque el objetivo es que se vaya progresando haciendo que el músculo se contraiga con más fuerza paulatinamente.

"En dos, tres meses se verán mejoras significativas", aseguró Marco, aunque alertó que de seguir padeciendo los trastornos mencionados arriba lo mejor es consultar directamente con un médico.