“Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen.”
Eso se lee al costado de un enorme autobús de color naranja que circulaba por las calles de Madrid, la capital de España.
El bus, que forma parte de una campaña en contra la transexualidad, pertenece al grupo católico Hazte Oír y ya no podrá seguir circulando por esa ciudad.
El Ayuntamiento de Madrid se lo prohibió, con apoyo de grupos activistas y de sindicatos.
La prohibición se basó en un tecnicismo: el vehículo estaba violando ordenanzas municipales sobre la publicidad en la vía pública.
Sin embargo, las autoridades dejaron en claro su repudio al mensaje que llevaba el vehículo, que se cree habría surgido en respuesta a una campaña sobre derechos transexuales infantiles que generó polémica en el norte de España en enero pasado.
Esa campaña consistía en una serie de carteles en algunos buses y estaciones de metro del País Vasco y Navarra que decían: "Hay niñas con pene y niños con vulva. Así de sencillo".
Incitar al odio
El Ayuntamiento de Madrid consideró que el autobús naranja de Hazte Oír podría incitar al odio.
Otro de los mensajes al costado del bus dice: “Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo”.
La aparición del vehículo en las calles de Madrid el lunes generó críticas en diversos sectores. La vocera de Igualdad del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ángeles Álvarez, denunció al diario El País que se trataba de “una campaña de odio basada en la intolerancia”.
En tanto, la vocera socialista del Ayuntamiento, Purificación Causapie, lo consideró ”contrario a la dignidad y los derechos de los niños transexuales”.
Y pidió a la alcaldía que garantice que Madrid continúe siendo “una ciudad libre de discriminación, violencia y ataque contra menores”.
Por su parte, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, respondió a las protestas afirmando que quiere retirar el autobús de Madrid “lo antes posible”.
Y el concejal de Salud, Seguridad y Emergencias de la ciudad, Javier Barbero, informó que la policía había contenido al “bus de la vergüenza”.
Sin embargo, el presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, defendió la campaña, afirmando que el grupo tenía derecho a expresarse libremente y a protestar contra “leyes de adoctrinamiento sexual”.
Según Arsuaga, el mensaje escrito en el autobús es simplemente “un hecho biológico que es estudiado en las escuelas”.
La campaña a favor de los derechos de niños transexuales que se vio en las calles del País Vasco y Navarra en enero pasado también había generado bastante polémica.
Una organización cristiana juntó más de 9.000 firmas para intentar frenarla, bajo la premisa de que “en el transporte público se fomenta la corrupción de menores”.
Además de criticar el mensaje (“Hay niñas con pene y niños con vulva. Así de sencillo”), también se objetaba el dibujo que acompañaba los carteles, que mostraba a cuatro niños desnudos.
Hazte Oír informó que quiere llevar su campaña contra la transexualidad a otras ciudades de España.
Sin embargo, podría no resultarle fácil.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ya adelantó por Twitter que en esa ciudad “no hay lugar para autobuses lgtbfóbicos”, en referencia a las personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).
“Queremos que nuestros/as niñas/os crezcan en libertad y sin odio”, tuiteó.
El Ayuntamiento de esa ciudad ya amenazó a Hazte Oír con imponerle multas de más de US$3.000 si lleva su bus por las calles de esa ciudad catalana.