Fue anunciado como "el mejor en la historia de Chile" por el presidente Sebastián Piñera, pero el Censo de Población y Vivienda realizado en 2012 en el país latinoamericano no censó debidamente a un 9,3% de la población y adolece de serios problemas.

Son fallas tan graves que los datos obtenidos no deberían ser utilizados y el censo se debería repetir en 2015, según lo ha establecido la Comisión Externa Revisora del Censo 2012, mecanismo autónomo e independiente encargado por el propio gobierno.

La cifra de población censada en Chile fue de 15.758.929 personas, mientras que la proyección del Instituto Nacional de Estadísticas chileno, INE, para la población de 2012 asciende a 17.382.005.

El gobierno chileno anunció que se consultará a organismos internacionales como el Banco Mundial y la comisión estadística de la Unión Europea antes de decidir si el censo se repetirá en 2015, como propone la Comisión revisora.

Censo de hecho vs. censo de derecho

Los expertos plantean realizar un censo de hecho y abreviado en un día feriado, donde las personas se cuenten donde estén en el momento en que se realice el procedimiento y entreguen la información mínima necesaria para el proceso.

El censo ahora puesto en entredicho se realizó entre el 9 de abril y el 15 de julio del 2012, y fue el primer censo de derecho en Chile, es decir, un censo en el que se preguntan los datos de las personas que residen habitualmente en el hogar, aunque no estén presentes en el momento.

"Se tiende a pensar que un censo de derecho es de mejor calidad que uno de hecho", dijo a una radio local el ministro de Economía chileno, Vicente de Félix, de cuya cartera depende el proceso.

"Hubo un problema de planificación, fracasaron las estimaciones de costos, de número de censistas; se subestimaron las restricciones administrativas… todo eso llevó finalmente al resultado que conocemos"

David Bravo, economista, integrante de la comisión de revisión del Censo 2012.

"Además, el equipo que se requiere es menor, ya que en el censo de hecho hay que hacer el inventario de todas las casas en un mismo día. Ese fue uno de los factores que motivó el cambio. Se trató de hacer tan bien, que finalmente no resultó bien", agregó el funcionario.

"El tema de fondo acá es que un censo tiene que estar bien hecho, da la mismo en qué modalidad", declaró el economista David Bravo, integrante de la Comisión.

"Hubo un problema de planificación, fracasaron las estimaciones de costos, de número de censistas; se subestimaron las restricciones administrativas… todo eso llevó finalmente al resultado que conocemos", aseguró el experto.

Problemas en el seno del INE

Los resultados del censo 2012 fueron presentados oficialmente el 2 de abril del 2013.

De hecho o de derecho

El censo de hecho supone el empadronamiento de toda la población presente en el territorio que se está censando.

El censo de derecho supone el empadronamiento de todos los residentes en el territorio, estén presentes o ausentes.

Las alertas sobre el proceso surgieron tres semanas más tarde, cuando un reportaje del Centro de Investigación Periodística, CIPER Chile, denunció que, ante las discrepancias de las cifras preliminares y las proyecciones previas realizadas con asesoría del Centro de Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade), el entonces director del INE, Francisco Labbé "habría manipulado las cifras del censo", presentando a los habitantes "estimados" como efectivamente empadronados, desoyendo al equipo técnico del organismo estatal.

Tras la denuncia, Labbé renunció al cargo junto a su grupo de asesores más directos, asegurando que las acusaciones en su contra eran infundadas y respondían a un ambiente "politizado".

La justicia tomó el caso a través de la Fiscalía Centro Norte del Ministerio Público que todavía se encuentra investigando los posibles delitos de falsificación de instrumento público y falsificación ideológica, y que sumará los resultados del informe de la comisión de expertos al proceso.

La Cámara de Diputados inició en mayo pasado una comisión investigadora sobre el caso.

El actual director del INE, Juan Eduardo Coeymans, quien reemplazó al renunciado Labbé, estudió el informe de la comisión de expertos sobre el censo 2012, declaró que "no esperaba un tsunami de esta magnitud" y advirtió que consultará a organismos internacionales antes de decidir hacer un nuevo censo.

Según el parlamentario de oposición Gabriel Silber, el costo del censo fue de 30.000 millones de pesos chilenos, equivalente a unos US$60 millones.

24 horas después de conocer el informe, el presidente Piñera reconoció errores en la planificación y la ejecución del censo. "Quiero pedir humildemente perdón a todos los chilenos por estos errores", afirmó en La Moneda, la casa de gobierno.

La candidata presidencial de la oposición, Michelle Bachelet, aseguró que de ser electa llevará a cabo un nuevo censo en Chile.