Según una cifra frecuentemente citada del blog Fortress Europe, calculada a partir de una recopilación de artículos de prensa, poco menos de 20.000 personas han perdido la vida de esta manera en los últimos veinte años.

Sólo este mes de octubre, más de 300 inmigrantes fallecieron en dos incidentes separados cerca de la isla italiana de Lampedusa y la costa de Malta.

A raíz del último de estos sucesos, el primer ministro de Malta, Joseph Muscat, advirtió que el Mediterráneo está en peligro de convertirse en un "cementerio" de migrantes.

"Las reglas tienen que cambiar. El problema no es si se vuelven más duras o más blandas. El hecho es que el sistema no funciona y tiene que arreglarse", declaró.

Aunque no estaba previsto, lo ocurrido obligó a introducir el tema de la inmigración ilegal por vía marítima en la agenda del Consejo de Europa, que se reúne este jueves y viernes.

Un "viejo" problema

Según la Organización de las Naciones Unidas, ONU, al menos 32.000 personas han arribado a Italia y a Malta este año.

Los migrantes que cruzan el Mediterráneo central –desde Libia y Túnez- provienen principalmente de países como Eritrea y Somalia, aunque también se ha incrementado el número de sirios que, huyendo de la guerra civil, se embarcan en el peligroso viaje.

El vocero de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, Adrian Edwards, dijo que "el fenómeno de la gente navegando en pequeños barcos a través del Mediterráneo hacia Europa es antiguo e involucra temas de asilo así como también de migración".

Y añadió: "La mayoría de los que murieron en Lampedusa eran eritreos y muchos de ellos tenían necesidad de una protección internacional".

El tema es particularmente difícil para los líderes europeos, que tienen que poner en la balanza las presiones políticas para restringir el número de inmigrantes que entra a Europa con la necesidad de brindar asistencia a quienes están tan desesperados, que lo arriesgan todo en un viaje tan peligroso, como señaló el corresponsal de la BBC Matthew Price a raíz del accidente de Lampedusa.

La agencia europea Frontex y el Centro Internacional de Política de Desarrollo Migratorio (ICMPD) han desarrollado un mapa con los principales detalles sobre las rutas migratorias desde África hasta Europa

El puerto de partida

La primera reacción de portavoces del bloque regional a los hechos de octubre fue insistir en la necesidad de incrementar y mejorar el patrullaje de las aguas del Mediterráneo.

El proyecto iMap ha sido desarrollado como una iniciativa conjunta por la agencia europea de fronteras, Frontex y el Centro Internacional de Política de Desarrollo Migratorio, (ICMPD, por sus siglas en inglés) y muestra detalles sobre un mapa de las rutas y los principales lugares usados por los migrantes en la región.

De acuerdo con los datos disponibles, Libia se ha convertido en un popular punto inicial para la mayoría de estos viajes, explotando el vacío de poder que existe en el país.

La relativa corta distancia entre Libia y la isla italiana de Lampedusa impulsa a muchas personas a tomar el riesgo del viaje.

Pero el número de personas que usa las distintas rutas a través del Mediterráneo ha variado durante los últimos años.

Desde 2008 hasta 2012, un gran número de migrantes cruzaron la frontera entre Grecia y Turquía en lo que se conoce como la ruta del Mediterráneo oriental, según un reporte de la agencia Frontex.

La agencia europea Frontex y el Centro Internacional de Política de Desarrollo Migratorio (ICMPD) han desarrollado un mapa con los principales detalles sobre las rutas migratorias desde África hasta Europa

En las últimas dos décadas unas 20.000 personas han muerto en su intento de llegar a Europa desde África.

En respuesta, Grecia reforzó el control de la frontera enviado a 1.800 oficiales de policía.

Sin embargo, Frontex advirtió que el problema continúa en puntos donde "no llega el enorme esfuerzo del gobierno griego y hay evidencia que los migrantes esperan en Turquía el fin de la operación".

En la última década, la ruta del Mediterráneo central ha experimentado periodos de descenso y aumento en el tráfico de migrantes.

Las cifras de ACNUR sugieren que unas 25.000 personas viajaron desde el Norte de África hasta Italia en 2005, un número que rebajóa 9.573 personas.

Pero en 2011, esta cifra aumentó de forma dramática de nuevo a unos 61.000, generado especialmente por el conflicto que acabó con el gobierno de Muamar Gadafi.