Un rollo de papel higiénico puede ser un bien muy codiciado. Sobre todo, cuando hay que repartirlo entre millones de personas.
Pero, ¿cómo evitar que la gente lo robe o se lleve un trozo más grande del que le corresponde?
Las autoridades chinas parecen haber dado con una solución eficaz… aunque poco popular.
Se trata de unas máquinas que acaban de instalar en los baños públicos de uno de los parques más famosos de Pekín y que cuentan con tecnología de reconocimiento facial.
Funcionan de la siguiente manera: cuando los visitantes se acercan a los aseos del parque del Templo del Cielo, las máquinas hacen una fotografía de su rostro antes de ofrecerles el trozo de papel correspondiente.
Cada persona recibe entre 60 y 70 centímetros. Ni más, ni menos.
Y si uno quiere volver a usar la máquina deberá esperar, al menos, 9 minutos.
"Despilfarro"
"Creemos que es la única manera de evitar el despilfarro de papel higiénico", le contó al diario Beijing Wanbao un vocero del parque.
"Si nos encontramos con alguien que esté realmente indispuesto o en cualquier otra situación que realmente requiera de más papel higiénico, nuestro personal se lo proporcionará", agregó.
Los funcionarios del parque han instalado seis máquinas en sus baños públicos que quieren poner a prueba durante seis meses.
Algunos empleados del parque explican a los visitantes y turistas cómo funciona esa tecnología.
Pero cuando la BBC visitó los aseos públicos el pasado lunes, las máquinas habían sido desconectadas. Un empleado dijo que no estaban en uso porque ese día el parque no tenía "demasiados visitantes".
Ladrones de papel
Sin embargo, a principios de este mes, los medios chinos dijeron que los visitantes del parque se estaban llevando demasiado papel. Algunos usuarios del retrete se lo metían al bolso, aseguraron.
Hace años que las autoridades conocían este problema, el cual comenzó poco después de que instalaran los dispensadores de papel (tradicionales) en 2007.
La nueva medida se ha publicitado ampliamente en medios de comunicación, y el gobierno ha aprovechado para pedir a los visitantes que usen menos papel.
Por el momento, está siendo todo un éxito y, según le contaron las autoridades del parque a los medios locales, logró reducir el gasto en un 20%.
Pero también se ha tenido que enfrentar a algunos problemas.
Hay informes que dicen que las máquinas, las cuales se supone que deben escanear los rostros en tres segundos, pueden llegar a tardar hasta 30 segundos, lo cual provoca retrasos y confusión.
Además, Beijing News dijo que dos de las máquinas se rompieron durante el fin de semana, tal vez debido a su mal uso…. o su uso excesivo.
Y es que los dispensadores de papel se han convertido, de por sí, en toda una atracción turística.
"En los tres últimos días hubo muchos casos de gente tomando papel de estas nuevas máquinas. Mucha gente viene sólo a echar un vistazo", le dijo un limpiador de los aseos a la BBC.
"Usen papel de forma económica"
El caso ha divertido y enojado a los ciudadanos chinos por igual.
Algunos criticaron en internet a quienes abusaban de las máquinas antiguas para llevarse más papel del necesario.
"Varias personas de clase baja han obligado al resto de la sociedad a poner en marcha una operación de alto costo", dijo un internauta.
"Esto es muy irónico. El papel de aseos públicos está para que lo usen todos.Ahora tenemos una tecnología para regularlo", declaró otro.
A principios de este mes, el Centro de Administración Municipal de Parques de Pekín lanzó una campaña en Weibo, la versión china de Twitter, llamada "Usa el papel de forma económica, fomenta el civismo".
Les pidieron a los residentes que hicieran una promesa: usar la cantidad apropiada de papel higiénico de los baños públicos "sin malgastar".