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El Templo de Baalshamin era una de las estructuras más completas de la histórica ciudad siria de Palmira, construida en honor al dios de la lluvia y la fertilidad en el año 131 después de Cristo y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980.
Pero ya no existe. Desapareció. Así lo corroboran estas imágenes de satélite con el antes y el después del penúltimo ataque del grupo autodenominado Estado Islámico al patrimonio histórico de Siria.
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La confirmación se da además mientras se debate sobre lo que pudo haber ocurrido con el Templo de Bel, otra estructura bimilenaria de Palmira, también atacada por los militantesislamistas.
Los residentes aseguran que la noche del domingo tuvo lugar "una explosión que hasta los sordos hubieran podido oír".
"La destrucción es total", aseguró Nasser Zaer, un vecino de Palmira, a la agencia de noticias Associated Press.
El Departamento de Antigüedades de Siria, sin embargo, le dijo a la BBC que la estructura básica del templo y sus columnas siguen en pie.
Aunque reconoció que sus funcionarios no pudieron acercarse lo suficiente como para saber cuál es el alcance de los daños.
A mediados de mayo los milicianos se hicieron con el control de Palmira, situada en un oasis a 215 kilómetros al nordeste de la capital Damasco, y desde entonces están cumpliendo con su amenaza de acabar con los restos arqueológicos que tachan de "símbolos de idolatría pagana".
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