Las contraseñas de internet: historia de un fracaso

Unos 24 caracteres que incluyan letras en mayúsculas, en minúsculas, números, símbolos y algún signo de un alfabeto distinto. Es la receta ideal para una contraseña segura, ¿pero quién es capaz de memorizar eso? Particularmente porque en la actualidad se necesitan claves para prácticamente todo: iniciar sesiones en correos electrónicos, redes sociales, bancos, servicios como gas o electricidad, aplicaciones en celulares y compras a través de internet, por mencionar sólo algunas áreas. ¿Las más seguras? Deben ser complicadas, larguísimas y cambiarse frecuentemente. Si es suficientemente compleja para que un cracker -como se llama a los individuos que usan la tecnología para "romper" los códigos y robar datos- logre descifrarla, entonces será casi imposible recordarla. Las claves también revelan información personal, como la fecha de nacimiento o el grupo musical de preferencia de su dueño, pero justamente esos elementos que permitirían que la persona memorice la contraseña son los que hacen vulnerable a las claves. Un reportaje realizado por la BBC en Reino Unido señala que una persona utiliza un promedio de 26 cuentas con clave de acceso, mientras que las contraseñas que utiliza para protegerlas son apenas seis, lo que incrementa las posibilidades de que sean hackeadas.
Futuro oscuro
Hay computadoras que hacen 53.000 millones de intentos por segundo para adivinar contraseña.
"Una persona utiliza un promedio de 26 cuentas con clave de acceso, mientras que las contraseñas que utiliza para protegerlas son apenas seis, lo que incrementa las posibilidades de que sean hackeadas"
Sobreviviendo
El desarrollo de programas y equipos en los últimos años facilita el trabajo de los "crackers".
¿Se acerca el fin?
Pero hay quienes opinan que el futuro –y el fin de la era de las contraseñas- podría estar en la tecnología biométrica. "Existen diferentes alternativas en el mercado, las que reconocen las huellas digitales, el rostro o el iris. Y en la medida en la que se desarrollen, su costo disminuirá. En este momento pagamos por el valor de las patentes 90% menos de lo que teníamos que pagar cuando empezamos", afirma Martin George, director de Smart Sensors, una empresa que se dedica a la elaboración de tecnología para la identificación a través del iris."Nada podrá hacer que la contraseña desaparezca"
Jeremi Gosney, director de SCG
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