Clientes escogen mercadería en un mercado de frutas y verduras de Brasil.Image copyright
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La economía de Brasil tuvo en 2015 su peor recesión en 25 años, afectando desde familias hasta grandes empresas.

Si alguna duda quedaba de que Brasil pasa por su más feroz crisis económica en décadas, este jueves fue enterrada del todo: el gigante sudamericano anunció que su PIB se contrajo 3,8% durante 2015, la mayor recesión que sufre en un cuarto de siglo.

La noticia divulgada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) dejó abierta una pregunta de respuesta incierta: ¿cuándo volverá a crecer la mayor economía de América Latina?

Los expertos prevén que el PIB brasileño retrocederá 3,45% en 2016, lo que marcaría la primera vez que el país pasa dos años consecutivos de recesión desde 1930-31, cuando el mundo sentía los efectos de la Gran Depresión.

Brasil figura como uno de los países que tuvo peor desempeño económico en 2015 a nivel regional (después de Venezuela) y del club BRICS de naciones emergentes (que incluye además a Rusia, India, China y Sudáfrica).

Con su índice de aprobación por el piso, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, sostuvo recientemente que la crisis se debe a problemas internos y externos, como la sequía del año pasado o la inestabilidad de la economía China.

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Dilma Rousseff: la presidenta brasileña cree que los problemas económicos responden a factores externos además de los problemas domésticos.

Tras conocerse los nuevos datos sobre la contracción brasileña en 2015, la peor registrada desde 1990 (cuando fue de 4,3%), el ministro brasileño de Comunicación aseguró que "la economía va a recuperarse".

Edinho Silva dijo que quizás las medidas que adopta el gobierno creen condiciones de crecimiento este mismo año, pero evitó señalar una fecha segura para el repunte.

Diversos economistas sostienen que, más allá de China o la baja de los precios de las materias primas que afecta a la región en general, hay factores estructurales que explican la fuerte caída del PIB brasileño.

BBC Mundo le presenta cuatro causas de ese desplome.

"Modelo agotado"

La sorprendente expansión económica de Brasil en la década pasada, que llegó a 7,5% en 2010, se basó en gran medida en un aumento del consumo de las familias, que ahora cae en picada.

"Ese modelo se agotó", dice Luciano Rostagno, estratega jefe del Banco Mizuho do Brasil, en declaraciones a BBC Mundo.

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El consumo de los brasileños cayó en 2015 tras 11 años de crecimiento, afectando la actividad en general.

A su juicio, la diferencia es que antes la tasa de desempleo era tan alta en Brasil que las medidas del gobierno para estimular el consumo —como el aumento del salario mínimo, excenciones fiscales y subsidios para la adquisición de bienes— lograron mover la actividad económica.

"El problema es que cuando el mercado de trabajo pasó a estar apretado por una tasa de empleo a bajo nivel, comenzó a generar inflación", explica Rostagno. "Y el gobierno dobló la apuesta: intentó controlar la inflación por la vía de precios administrados, lo que generó un problema fiscal enorme".

El recorte de inversiones y la pérdida de competitividad de la industria por el alza de los costos de producción debilitaron la actividad, llevando al país al actual espiral descendente, concluye el analista.

Se estima que Brasil pedió 1,5 millones de puestos de trabajo formal el año pasado.

Los datos oficiales divulgados este jueves dicen que el consumo de los hogares brasileños cayó 4% en 2015, después de 11 años seguidos de aumento.

"Crisis política"

Algunos expertos señalan que la madre de la recesión económica en Brasil es la crisis política que se ha desatado en el país, con un pulso intenso entre el gobierno y el Congreso.

El empresario brasileño Odebrecht es acusado en escándalo de corrupción vinculado a Petrobras

"Hoy el problema económico más importante no es fiscal", sostiene Margarida Gutierrez, profesora de macroeconomía en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).

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La tensión entre el Congreso y el gobierno de Brasil es vista como una clave del desastre económico.

Según Gutierrez, si Brasil tuviera un ambiente político mejor ya habría medidas en marcha para devolverle dinamismo a la economía.

"Pero como el gobierno no tiene una base aliada (en el Congreso) no consigue aprobar ninguna reforma fiscal que indique una luz al final del túnel o una posibilidad de regresión del déficit primario a dos, tres o cinco años", señala.

"Corrupción"

Otro problema que según los expertos está hundiendo la economía brasileña es la corrupción, con un escándalo de sobornos en la petrolera estatal Petrobras que salpica bastante más allá del gobierno.

La propia Petrobras, otrora esperanza de desarrollo de Brasil por las grandes reservas de petróleo halladas en la profundidad del Atlántico, recortó 25% (US$32.000 millones) su plan de inversiones entre 2015 y 2019.

"La reducción de las inversiones de Petrobras tiene un impacto muy grande en el crecimiento económico", asegura Luciano Losekann, un especialista en economía industrial de la Universidad Federal Fluminense (UFF) en diálogo con BBC Mundo.

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En medio de un escándalo de corrupción, Petrobras ha recortado fuertemente sus inversiones.

El escándalo de corrupción ha comprometido además a las mayores empresas brasileñas de ingeniería y construcción, como Odebrecht, Andrade Gutierrez y OAS.

Son firmas que solían ejecutar grandes obras de infraestructura, que impulsaban el PIB brasileño, pero ahora lidian con arrestos y procesamientos de quienes eran sus ejecutivos.

Los resultados oficiales divulgados este jueves señalan que durante 2015 la contracción en la industria brasileña fue de 6,2% y en los servicios de 2,7% respecto al año anterior.

Sólo el sector agropecuario registró un alza de actividad, aunque leve: 1,8%.

"Crisis de confianza"

Los economistas señalan además que Brasil se ha visto perjudicado por un deterioro de la confianza de los mercados en su economía.

Un reflejo de ello fue la reciente decisión de las principales calificadoras internacionales de riesgo de quitarle el grado de inversión al país, un preciado sello de buen pagador que le habían otorgado en la década pasada.

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¿Invertir en Brasil?

A medida que el gobierno de Rousseff pierde recaudación por impuestos y pide dinero prestado a intereses mayores para combatir la inflación, la deuda pública bruta de Brasil aumenta en relación al PIB: llegó a 66% en 2015 y se proyecta que este año seguirá creciendo.

Los datos oficiales de este jueves muestran diez trimestres seguidos de caída de las inversiones en Brasil, que sólo en los últimos tres meses de 2015 tuvieron un retroceso de 4,9% respecto al trimestre anterior.

Según los expertos, esto no sólo se debe al recorte de las inversiones de Petrobras y del Estado en general, sino también a que el índice de confianza industrial se desmoronó al nivel más bajo desde 2001.

"Hay una crisis de confianza en las empresas y negocios, que paralizan las inversiones", dice Gutiérrez a BBC Mundo.