Es una de las naciones de las que menos se conoce en un continente de por sí difícil de explicar. La República Centroafricana se halla en el corazón de África y vive una crisis inédita en su territorio: un sangriento conflicto religioso entre la mayoría cristiana y la minoría musulmana que no tiene precedentes.

La República Centroafricana ha tenido crisis de inestabilidad frecuentes desde que ganó su independencia de Francia en 1960, con numerosos golpes de Estado y guerras civiles.

Sin embargo, el conflicto actual no tiene precedentes. Por primera vez en este pequeño país, descrito como el corazón de África, la tensión religiosa ocupa el escenario central.

La mayoría cristiana y la minoría musulmana vivieron en armonía hasta marzo de 2013 cuando el líder de Seleka, Michel Djotodia, asumió el poder luego de que las fuerzas de esa alianza de milicias musulmanas entraran en la capital, Bangui.

Djotodia se convirtió en el primer musulmán en gobernar el país, nombrándose presidente interino y formando un gobierno de transición que -según él- organizará elecciones democráticas.

Aunque su gobierno niega que exista una política de persecución hacia ningún grupo, reconoce el ascenso de la violencia entre las comunidades.

A las fuerzas musulmanas se opone el grupo rebelde Anti-balaka, creado por seguidores del derrocado presidente Francois Bozize en su bastión político, Bossangoa, a unos 400 kilómetros al norte de la capital nacional, Bangui.

Djotodia ha tratado de calmar las preocupaciones de la comunidad internacional, anunciando la disolución de Seleka, los funcionarios señalan que la mayoría de los efectivos de este grupo han sido desarmados y confinados a cuarteles militares.

Miedo generalizado

Bossanoga es el lugar de nacimiento del presidente depuesto y parece un pueblo fantasma, con edificios abandonados, calles desiertas y mercados vacíos. En algunas dependencias gubernamentales la vegetación ha tomado el control.

En el centro de Bossangoa, la misión católica es un hervidero. Pareciera como si toda la ciudad se hubiese mudado a la misión, transformándola en un inmenso mercado y un campo de desplazados.

República Centroafricana

  • Uno de los países más pobres e inestables de África.
  • Miles de rebeldes invadieron la capital, Bangui, en marzo y forzaron al presidente Bozize al exilio.
  • Desde que los rebeldes tomaron el poder, el país ha caído en una suerte de anarquía.
  • Grupos de derechos humanos han acusado a los rebeldes de cometer atrocidades, especialmente en la problemática región noroccidental.
  • Esta zona es el lugar de origen de Bozize y el actual gobierno acusa a los seguidores del exmandatario de provocar la actual crisis.

Sastres, peluqueros, mercaderes de comida y cigarrillos continúan con sus negocios a la vera de miles de carpas azules cubiertas por plásticos con el logo de agencia de las Naciones Unidas para la infancia, UNICEF.

Más de 35.000 cristianos han buscado refugio en la misión, luego de que sus casas fueran atacadas por combatientes de Seleka.

Se estima que 1.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, llegaron la semana pasada, según cálculos de las organizaciones no gubernamentales.

Pero aunque la gente trate de seguir con su vida, esta comunidad está bajo sitio. Las casas de los desplazados están allí, en la misma cuadra, pero la gente tiene mucho miedo a dejar la misión católica.

Primer líder musulmán

Ahora existe una crisis de confianza entre las dos comunidades que antes habían coexistido de forma pacífica. Los relatos de sufrimiento de lado y lado se reproducen.

Nina Saragba se reclina sobre su choza y llora mientras habla con la BBC porque acaba de escuchar que su hermano fue muerto a tiros mientras trataba de ir a la ciudad.

Cuando finalmente lo encontraron, estaba muy golpeado pero aún vivía.

Los residentes dicen que ataques de esta naturaleza con comunes, así como la sed de venganza.

Khadija al-Hadj Abdou, la esposa de un pastor de ganado, se ve frágil y traumatizada debajo de su velo rojo y verde, pero sus ojos negros permanecen secos mientras cuenta su historia.

Los Anti-balaka invadió su poblado a comienzos de septiembre, le dispararon en el cuello y cayó al suelo.

Cuando recuperó la conciencia, encontró los cadáveres de su padre, su esposo y sus hijos, muertos a su alrededor, según cuenta. Ahora es la única sobreviviente de toda su familia.

Por esos mismos días una situación similar tuvo lugar en la ciudad de Bouca, a unos 250 km. de Bangui.

Moustapha Mohamed, un musulmán, cuenta haber visto el asesinato de su padre, el jefe de la zona, el 9 de septiembre.

La Unión Africana tiene 2.100 efectivos en las fuerzas de paz en la República Centroafricana

Escapó gracias a la ayuda de sus vecinos cristianos, quienes alertaron a los musulmanes que grupos armados venían por ellos.

Ese mismo día, bandas musulmanas planearon su venganza contra los cristianos, en una espiral de violencia aparentemente indetenible.

Los ojos de los otros

Con la creciente inseguridad y con un gobierno acusado de haber perdido el control de sus tropas, la comunidad internacional está bajo presión para proteger a los civiles.

La semana pasada, las Naciones Unidas aprobaron una fuerza especial de 250 efectivos para proteger a los trabajadores de la ONU en la nación africana.

La Unión Africana tiene 2.100 efectivos en las fuerzas de paz en la República Centroafricana, pero sus promesas de incrementar el número a 3.600 no se han cumplido.

Tampoco la palabra de los líderes regionales de crea un plan de paz que ponga fin al conflicto.

La República Centroafricana limita con Camerún, Sudán, Sudán del Sur, la República Democrática del Congo, Chad, Uganda y Congo-Brazzaville.

Muchos de estos vecinos están combatiendo sus propias rebeliones, que han desplazado a cientos de miles de personas y una República Centroafricana inestable aportaría más caos a la región.

La semana pasada, el director de operaciones humanitarias de la ONU, John Ging, describió la situación en este país como "caótica".

"Estamos viendo las semillas de una situación profundamente peligrosa entre comunidades. Es un polvorín que puede explotar en algo más, más grande, y muy, muy malo".