Emilio Lozoya ofreció una rueda de prensa en la que confirmó la muerte de 32 personas a ausa de la explosión que sacudió la sede administrativa de la empresa en Ciudad de México y anunció que seguirán la búsqueda de posibles víctimas.

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Este jueves a las 13:59 hora del centro de México, la paraestatal Petróleos Mexicanos presumió en su cuenta oficial de Twitter: "Es un logro para Pemex mantener los indicadores de seguridad por debajo del estándar internacional".

Dos horas después en sus instalaciones centrales ocurrió la mayor explosión en tres décadas en Ciudad de México. En el edificio B2 un estallido en el sótano causó la muerte hasta el momento de 33 personas, y heridas a otras 121.

La explosión parece ser el clímax de la crisis que vive la mayor empresa pública de México.

En los últimos seis años han ocurrido al menos cinco percances graves en instalaciones de la paraestatal, que han causado la muerte a 123 personas. Antes de la explosión la más reciente ocurrió en septiembre de 2012 en Reynosa, Tamaulipas, al noreste del país, cuando fallecieron 30 personas, la mayoría empleados de empresas contratistas.

De acuerdo con especialistas la carga fiscal de Pemex, que representa al menos el 71% de sus ingresos brutos, dificulta la renovación de equipo, sobre todo en el área de seguridad.

Durante varios años el Congreso y la Secretaría de Hacienda han limitado el presupuesto para el mantenimiento de refinerías, ductos y centros de almacenamiento lo cual aumenta su vulnerabilidad según expertos.

A esta mezcla se suman las dificultades financieras de la empresa que son muy serias, aseguró a BBC Mundo el exsecretario de Energía Francisco Labastida Ochoa, en una entrevista anterior a la explosión en las oficinas centrales.

"Pemex debe unos US$16.000 millones más de lo que valen sus activos, está totalmente quebrado", aseguró.

Oportunidad

Explosión en Pemex

La explosión en oficinas centrales de Pemex causó la muerte a 33 personas

La explosión ocurre en vísperas de una nueva tormenta política: el presidente Enrique Peña Nieto anunció su intención de promover una reforma energética que contempla, entre otros elementos, aumentar la inversión privada en Pemex.

El argumento es que la empresa no cuenta con la tecnología necesaria para explotar los nuevos yacimientos, especialmente los ubicados en aguas profundas donde el potencial de reservas es importante.

Hasta ahora no se conocen los detalles de la propuesta energética del gobierno, aunque algunos especialistas dicen que podría ser similar a la de años anteriores, es decir, contratar empresas particulares para explorar los sitios con posibles yacimientos y eventualmente participar en la extracción de hidrocarburos, que se entregarán a Pemex para su venta.

Las empresas no podrían contabilizar en sus activos los descubrimientos que eventualmente realicen.

"Pemex debe unos US$16.000 millones más de lo que valen sus activos, está totalmente quebrado"

Francisco Labastida, ex secretario de Energía

El proyecto no es bien visto entre partidos de izquierda, e incluso el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador afirma que la intención es vender la paraestatal.

Una versión que rechazan las autoridades. "Ningún integrante del gabinete ha hablado de privatizar Pemex ni las reservas petroleras de gas", afirmó el secretario de Hacienda Luis Videgaray.

Pero más allá de la polémica algunos ven en la explosión una oportunidad. En su blog The World del diario estadounidense Financial Times, el editor John Paul Rathbone señala que Peña Nieto puede resaltar que la caída en la producción petrolera y la explosiones son evidencias de que Pemex se encuentra en declive.

Es un factor que puede abrir la puerta a la participación privada en la empresa, que es la cuarta mayor productora de hidrocarburos del mundo.

Impuestos

Explosión en Pemex

En los últimos años han ocurrido varios percances en instalaciones de Pemex

Tras la explosión en las oficinas centrales en México revivió la polémica sobre la seguridad en su principal empresa, y de la que depende el 40% de los ingresos fiscales del país.

Algunos aseguran que es tiempo de modificar el esquema de producción de Pemex y aumentar el capital privado. Otros advierten que la solución es cobrar menos impuestos a la paraestatal y permitir con ellos renovar los equipos.

Y eso depende fundamentalmente de las autoridades, afirma el ex secretario Labastida.

"Los recursos tienen que pasar por múltiples procesos", explica. "El ultimo es la secretaría de Hacienda que sólo autoriza recursos lo que le da impuestos".

"Las inversiones en Pemex no se deciden por los intereses del país o de la empresa, sino de los intereses fiscales".