La casa de rojo y blanco en Lisle-Mainwaring, 71Kensington

PA
Un magistrado del Tribunal Superior desestimó la orden del Consejo Municipal de repintar la casa de blanco.

Una casa en el centro de Londres cuya fachada fue pintada por su dueña con rayas rojas y blancas podrá permanecer tal cual está, a pesar de la orden del gobierno municipal de repintarla.

La casa adosada queda en el elegante barrio de Kensignton y Chelsea y las autoridades locales habían determinado que las rayas no se adherían al estilo de la zona.

La propietaria de la vivienda, Zipporah Lisle-Mainwaring, quería demoler la casa y construir un lujoso edificio de cinco pisos pero sus vecinos se opusieron y obstaculizaron el proyecto.

Tras esa traba, en 2015, decidió pintar la fachada con los colores que resultaron "ofensivos" para el vecindario.

Sin embargo, en un pleito judicial, el magistrado Gilbart declaró que la decoración de rayas era "completamente legal".

Incongruentes

El Consejo Municipal había entablado la querella contra la mujer bajo el Acta de Planificación Urbanística de 1990, declarando que las "rayas en la elevación frontal (fachada) son incongruentes con… el área local".

Después de una serie de apelaciones, la señora Lisle-Mainwaring, de 71 años, lanzó un proceso de revisión judicial ante el Tribunal Superior en 2016, que finalmente falló a su favor.

Explicando el fallo, el magistrado Gilbart dijo: "A mi juicio, el permitir a la autoridad de planificación local que use la sección 215 (normas de cumplimiento) para abordar asuntos de estética, en lugar de asuntos de daño y deterioro, no está dentro de la intención y espíritu del Código Urbanístico".

"De manera que, a mi juicio, ese es un uso inapropiado de la Sección 215 para alterar un estilo de pintura legal", declaró.

Con anterioridad, Zipporah Lisle-Mainwaring negó haber pintado la casa de rayas rojas por rencor con sus vecinos que objetaron a sus planes de construcción.