La poderosa y (a menudo) invisible razón por la que gente con poco talento tiene éxito en la vida
Lo bueno le ocurre a los mediocres
Los investigadores crearon un mundo imaginario, poblado con 1.000 individuos con varios niveles de talentos en posiciones aleatorias que fueron expuestos a la buena y mala fortuna en eventos aleatorios.Cada persona comenzó con la misma cantidad (10 unidades) de capital. Si nivel de talento (características como inteligencia, habilidad o esfuerzo) influyó en la probabilidad de que pudieran cambiar una oportunidad afortunada en más capital.Después de una simulación de 40 años, que representaba la carrera de una persona, la distribución de riqueza se veía horriblemente similar a la del mundo real, con un pequeño porcentaje de personas dueñas de gran parte del capital.Compartir la riqueza
Estos resultados podrían tener implicaciones en la forma como distribuyen las oportunidades los encargados de la política y las agencias de financiamiento. Y esto podría significar que la gente más talentosa, las personas que tienen más probabilidades de avanzar en las innovaciones, tienen mejores posibilidades de notarse.Los ricos se han más ricos
Además de informar en la política a nivel macroeconómico, existen beneficios individuales en el entendimiento del rol de la suerte en nuestras fortunas, por ejemplo haber nacido en un país desarrollado o en una familia adinerada.Tendemos a poner atención especial en los factores de nuestras vidas que sentimos que nos impiden el éxito y a olvidar los factores que nos ayudan.Un estudio en 2016 calificó nuestra tendencia de pasar por alto la suerte en la asimetría del viento a favor/viento en contra: recordamos cuando superamos barreras (trabajar con el viento en contra), pero a menudo olvidamos las ventajas que obtenemos al haber alcanzado un objetivo (con el viento a favor).La suerte también nos hace más generoso. Otro estudio, del autor de "Success and Luck" (Éxito y Suerte), Robert Frank, demostró que cuando la gente se da cuenta de que tuvo suerte o fue afortunada, tiene más probabilidades de dar dinero a organizaciones de caridad.En el estudio, se le pidió a tres grupos que recordaran un evento positivo. Un grupo tenía que enumerar las características personales que habían causado el evento, a otro se le pidió enlistar las causas externas y el tercer grupo, de control sólo debía recordar la experiencia positiva.A todos se les dio un bono monetario y la oportunidad de donarlo. Los participantes que enumeraron las causas externas donaron 25% más a organizaciones de caridad."Es difícil lograr que la gente piense sobre fuerzas y eventos externos", dice Frank. "Pero encontramos que si los motivas para que piensen en ello -pidiéndoles que recuerden algún momento en el que fueron afortunados, en lugar de decirles que fueron afortunados- la gente se vuelve más generosa y más dispuesta a contribuir al bien común".Por definición, los eventos afortunados -el lugar donde naces, la familia en la que naces, a quién conoces- están casi siempre fuera de tu control y se deben a la casualidad aleatoria.Pero incluso los investigadores italianos creen que hay cosas que podemos hacer para aumentar nuestra suerte."Exponte a todas las interacciones y oportunidades casuales que te sean posibles", dice Pluchino. "También es verdad que aunque te expongas seguirás necesitando suerte"."Pero lo más probable es que no encontrarás oportunidades afortunadas si permaneces encerrado en tu habitación".Lee la nota original en inglésAhora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.
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