El deslumbrante paisaje de Daguestán hace un fuerte contraste con los tiroteos, explosiones y asesinatos que golpean a esta región. ¿Fue esta atribulada república rusa el caldo de cultivo para el extremismo que guió a los sospechosos de las explosiones en la maratón de Boston?

Cuando el zar Nicolás I buscó un lugar para construir una fortaleza en los márgenes orientales del imperio ruso, no es de extrañar que eligiera lo que se se terminó conociendo como Majachkalá.

Esta ciudad ha sido bendecida por una belleza natural. Llamaría la atención de cualquier emperador.

A un lado están las montañas del Cáucaso, con sus picos dentados que apuñalan el cielo. Al otro, el Mar Caspio.

Con sus playas y paseos, y un poco de imaginación, Majachkalá podría ser la Saint-Tropez de Rusia.

Pero Saint-Tropez no tiene ni de cerca casi tantos problemas como este pueblo.

La región más peligrosa de Rusia

El complejo hotelero donde me alojé se sentía más bien como un último recurso.

Los hermanos

Tamerlan Tsarnaev (izq) visitó Daguestán el año pasado y su hermano menor, Dzhokhar, se encuentra en prisión.

No había agua corriente y gran parte del edificio parecía estar abandonado. Por la noche, la puerta hacia el pasillo se mantenía bloqueada por el personal del hotel. Y no tenía llave.

La seguridad es importante en Daguestán. Esta es la región más peligrosa de Rusia.

Uno puede ver eso con solo leer el periódico del gobierno local. Compré un ejemplar cuando llegué.

En las noticias se hablaba de la detención de dos hombres que habían tratado de vender siete lanzadores de cohetes y 2.000 cartuchos de municiones en el mercado negro, del asesinato de un expolítico frente a una mezquita y de una bomba que estuvo a punto de matar a un jefe de la policía.

Tiroteos, explosiones y asesinatos ocurren con una aterradora regularidad en Daguestán.

Hay enfrentamientos entre bandas criminales. También hay una insurgencia islamista. Y hay muchos factores que la alimentan, como dificultades económicas y profundos sentimientos de injusticia social.

Algunos aquí toman las armas para alejar al Cáucaso Norte de Moscú y convertir toda la región en un Estado islámico.

Las autoridades rusas mantienen que la violencia es alentada y financiada por insurgentes en el exterior.

Preguntas sin responder

Eso me lleva a las explosiones del 15 de abril en Boston, que dejaron tres muertos y 282 heridos, y a la pregunta: ¿Estaba el presunto autor intelectual Tamerlan Tsarnaev influenciado o inspirado de alguna manera por los insurgentes islámicos del Cáucaso Norte?

Anzor Tsarnaev y Zubeidat Tsarnaeva

Los padres de los hermanos Tsarnaev negaron que sus hijos estuvieran detrás de las explosiones en la maratón de Boston.

¿Fue aquí donde se sintió atraído por el Islam radical? ¿Y radicalizó a su hermano menor Dzhokhar?

El año pasado Tamerlan viajó a Rusia desde Estados Unidos y pasó seis meses en el Cáucaso Norte. Gran parte de ese tiempo estuvo en Daguestán.

¿Por qué vino? ¿Qué hizo aquí? ¿Con quién se reunió?

Los periodistas en Daguestán tuvieron esta semana la oportunidad de hacerle estas preguntas a los padres de los dos jóvenes.

La madre Zubeidat y el padre Anzor dieron una improvisa conferencia de prensa. Por momentos fue un asunto caótico. Hubo lágrimas, y muchos golpes de puño sobre la mesa.

Anzor dijo que Tamerlan vino a Daguestán el año pasado para estar con sus primos y solicitar un pasaporte ruso. Sin embargo, nunca recogió el documento que había pedido.

El padre negó que su hijo se hubiera reunido con insurgentes y dijo que lo había ayudado a restaurar un apartamento.

Sí dijo que su hijo había rezado en una mezquita conocida por predicar una forma más fundamentalista del Islam. Pero eso no lo convierte en un atacante.

Le pregunté a la madre qué impacto tuvieron en su hijo esos meses meses en el volátil Cáucaso Norte.

"Él me hablaba de la muerte", dijo Zubeidat.

"Él me hablaba de la muerte. Que la situación era extraña aquí, gente matándose, unos a otros"

Zubeidat Tsarnaeva, madre de los hermanos Tsarnaev

"Que la situación era extraña aquí, gente matándose, unos a otros".

Pero a su regreso a Estados Unidos, aseguró, no había nada que sugiriera que había cambiado o que se había radicalizado: no era un terrorista. Ella y su esposo se niegan a aceptar que sus hijos son culpables.

Vladimir Putin piensa que lo son. El mismo día de la conferencia de prensa de los padres el presidente ruso describió, en directo por televisión, a Tamerlan y Dzhokhar Tsarnaev como "criminales" y pidió que Rusia y Occidente trabajen más estrechamente en la lucha contra el terrorismo.

"Tenemos nuestro propio Boston cada día"

Investigadores de Estados Unidos pasaron dos días en Majachkalá esta semana interrogando a los padres.

Hay muchas preguntas sin responder. Aún no ha sido demostrado un vínculo directo entre las dos explosiones de Boston y los insurgentes islámicos en el Cáucaso Norte.

Pero quería saber cómo había reaccionado la gente en Daguestán a los ataques y a las sugerencias de que podría haber una conexión con su república.

Le pregunté a un taxista llamado Magomed y me dijo que los sospechosos "habían avergonzado a todo el Cáucaso Norte".

Pero me sorprendí al darme cuenta que no todos en Majachkalá estaban tan interesados.

En un cibercafé hablé con un adolescente.

"¿Qué pienso acerca de las explosiones en Boston?", me preguntó.

Luego se encogió de hombros.

"Aquí, en Daguestán, tenemos nuestro propio Boston cada día".