La ola de homicidios que preocupa a Londres y ha generado comparaciones con Nueva York
¿Como Nueva York?
La afirmación, hecha en un reportaje publicado el domingo en The Sunday Times -es decir, antes de los ataques que le costaron la vida a Amaan y Tanesha- se basa en el número de asesinatos registrados en ambas metrópolis en febrero y marzo.En febrero, el departamento de policía de Nueva York investigó 11 homicidios y la policía metropolitana de Londres 15. Y en marzo se registraron 22 homicidios en la capital británica, uno más que al otro lado del Atlántico.Más cuchillos que disparos
A diferencia de EE.UU., sin embargo, la inmensa mayoría de los homicidios británicos se producen con arma blanca.Y el aumento de crímenes con ese tipo de armas es un problema que no sólo preocupa en la capital, pues los mismos están en su nivel más altodesde 2011en toda Inglaterra y Gales.Para algunos, el hecho de que la mayor parte de las víctimas de los apuñalamientos sean jóvenes negros o de otras minorías étnicas puede ayudar a entender la situación, con varios activistas acusando a las autoridades de no darle suficiente importancia al tema. Pero otros, como el alcalde de Londres, Sadiq Kahn, creen que la culpa es del financiamiento inadecuado de la policía y de los programas sociales que ayudaban a mantener a esos jóvenes lejos de las pandillas, por los que responsabiliza al gobierno central, en poder de los conservadores."El desafío más inmediato que enfrenta nuestra ciudad es el aumento de la criminalidad que se está produciendo en toda Gran Bretaña después de años de recortes gubernamentales a la policía y los servicios preventivos", dijo Khan, quien pertenece al opositor partido Laborista.Y, entre otras medidas, el alcalde londinense anunció que el gobierno municipal le va a inyectar £100 millones (US$140 millones) adicionales a la policía metropolitana para "aumentar el número de policías y ayudar a reducir los crímenes con arma blanca".Detención y búsqueda
Otros, sin embargo, creen que la solución pasa por que la policía detenga y revise a más sospechosos de portar armas, algo que está haciendo cada vez menos luego de que la práctica fuera denunciada por emplearse fundamentalmente en miembros de minorías étnicas.Eso hizo que la actual primera ministra, Teresa May, introdujera algunos cambios en 2014, cuando ocupaba la cartera del Interior, y las operaciones de detención y búsqueda actualmente registran sus niveles más bajos desde que se llevan registros; es decir, de los últimos 17 años.Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.
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