Lo que buscaba el martes el modesto club Les Herbiers era algo que ningún equipo había logrado en el fútbol francés y posiblemente en ninguna parte del mundo.
Pero no pudo ser y por algo su partido contra el París Saint-Germain para determinar el campeón de la Copa Francia fue considerada la final más desequilibrada de la historia.
El PSG ganó 2-0 con goles del argentino Giovani Lo Celso y del uruguayo Edinson Cavani, pero al final todos se sintieron ganadores con el gesto del conjunto parisino de hacerle un pasillo a los perdedores e invitarlos a levantar el trofeo.
Y la razón fue la disparidad que hubo en el terreno de juego.
En una esquina estuvo el todopoderoso PSG, actual campeón de la Ligue 1 y uno de los clubes más ricos del planeta.
En el otra se paró el Les Herbiers, club que tratará de evitar descender a la cuarta división tres días después de jugar frente a decenas de miles de personas en el Stade de Francia.
Para entender el abismo financiero que los separa sólo falta ver que el presupuesto anual de Les Herbiers es levemente superior a los US$2 millones, monto que alcanza a pagar tan sólo 16 días del salario del brasileño Neymar en el PSG.
David y Goliat
El Les Herbiers Vendée Football es un club que proviene de la región de Pays de la Loire, el noroeste de Francia.
Los primeros registros que se tienen de su fundación datan de 1919, si bien a lo largo de sus 99 años de existencia ha sufrido tantos cambios de estructura y de nombre que complica mantener una línea de tiempo cronológica sobre su historia.
Eso se debe a que ha deambulado la mayor parte del tiempo en los niveles más bajos de la pirámide del fútbol francés e incluso en campeonatos regionales.
Fue recién en 2015 cuando logró su primer ascenso a la tercera división.
Si bien no es la primera vez que un equipo de tan baja categoría llegaba a la final de la Copa Francia, ninguno de los anteriores protagonistas pudo dar la sorpresa en el partido decisivo: Nimes en 1996, Amiens en 2001, Quevilly en 2012 o Calais, este de la cuarta división, en 2000.
Un antecedente que hizo soñar a los 15.000 aficionados que estuvieron presentes en el estadio nacional de Francia, casi la totalidad de habitantes del pequeño pueblo.
Pero el reto fue demasiado frente a un rival que llevaba 41 eliminatorias ganadas de manera consecutiva en torneos coperos desde el 22 de enero de 2014.
Y que con su victoria logró por cuarta vez consecutiva proclamarse campeón de la Copa de la Liga y de la Copa Francia.
Inaudito
Para llegar a la final el Les Harbiers tuvo que superar siete eliminatorias, incluyendo sus sorpresivas victorias sobre el Auxerre en octavos de final y el Lens en los cuartos, ambos de la segunda división.
La suerte de los emparejamientos hizo que no tuviera que medirse ante uno de los clubes de la máxima categoría hasta la final, lo que no le ha restado mérito al cuento de hadas que vienen viviendo desde que debutaron en la Copa el pasado 11 de noviembre.
"Todo el país apoyó al pequeño", reconoció Julien Laurens, periodista especializado en el fútbol francés del programa dedicado al fútbol europeo de BBC 5 Live.
"La reacción a la historia de Les Harbiers, alcanzando la final, ha sido fantástica".
"Tenemos un poco de historia en Francia de pequeños clubes de las divisiones inferiores que logran tener una buena actuación en la copa, por lo que la gente siempre está esperando que algo así suceda", recordó.
"A los franceses les encanta un juego de David contra Goliat", explicó Laurens, pero este partido es uno "que no puede ser más extremo".
Laurens señaló que la razón por la que pequeños clubes suelen hacerlo bien en torneos de eliminatoria directa como la copas se debe al excelente "nivel de las academias de fútbol alrededor de todo el país".
"Sólo unos pocos logran llegar al primer equipo, pero los otros siguen siendo muy buenos y buscan probar suerte en otras categorías para encausar sus carreras".
¿Sorpresa?
Las probabilidades que se le daba al PSG para conseguir el título fueron las más altas que se han registrado en las casas de apuestas, llegando a pagarse tan sólo 1-100 , "lo más bajo que hemos visto para una final de copa de cualquiera de los principales países del fútbol europeo", resaltó Callum Wilson, de la firma Oddschecker.
"El equipo de la la categoría inferior hubiera tenido que lograr la mayor sorpresa en la historia reciente de las apuestas para completar su cuento y ganar la Copa".
No pudo ser, pero ahora tendrá que concentrarse en su otra final, la del viernes, contra el Beziers, para mantener su presencia en tercera división.
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