Al principio querían que fuera la novia de Sylvester Stallone. Pero la diferencia de edad le jugó en contra.
Así fue que Sarah Shahi se convirtió en la hija del veterano actor de acción: los guionistas le encontraron su lugar en "Bullet to the Head", la nueva película en la que Sly –como lo llaman en Hollywood- hizo las veces de su padre.
Shahi, una actriz que por estos días vive su ascenso en Hollywood, consiguió su primer protagónico en una producción a gran escala, que se estrenó este viernes en Estados Unidos y se llamará "Una bala en la cabeza" en los mercados hispanos.
En la cinta, es una joven conflictuada y sin tapujos que -es fácil adivinarlo a los pocos minutos de su aparición en pantalla- esconde más de un trauma y una larga lista de reproches para su padre, un asesino a sueldo de larga carrera.
"Fue un proceso muy largo de audiciones, como de seis semanas. Al principio leía las partes de una novia, luego a medida que pasaron las semanas me cambiaron las líneas. Se ve que (los productores) querían que me quedara en la película y el papel de Lisa, esa joven con una relación conflictiva con su padre, me encontró a mí", dice la actriz a BBC Mundo.
En el cine como en la vida
En la vida real, Shahi tampoco tiene un buen vínculo con su progenitor, nacido en Irán y divorciado de la familia antes de que ella llegara a la adolescencia. En cambio, hace gala de su origen latino: el que heredó de su madre española y consolidó con su crianza en el estado fronterizo de Texas.
"Cuando crecí, mi padre, era un padre persa muy autoritario, sólo quería que hablara farsi y de hecho usé chador hasta segundo grado. Creciendo en Texas, quería ser como las chicas que me rodeaban y me sentía feísima. Fue cuando mis padres se separaron que recuperé lo que mi madre quería, que era inspirarme confianza en mí misma y exponerme a las tradiciones que venían de su lado", revela la actriz.
"Fue un proceso muy largo de audiciones, como de seis semanas. Al principio leía las partes de una novia, luego a medida que pasaron las semanas me cambiaron las líneas. Se ve que los productores querían que me quedara en la película y el papel de Lisa, esa joven con una relación conflictiva con su padre, me encontró a mí"
Sarah Shahi, actriz de "Bullet to the Head"
La validación de su belleza no le ha sido esquiva en los últimos años: viene ascendiendo en la lista de las cien mujeres más sensuales de la revista "Maxim", orientada al público masculino, y en 2012 terminó en el número 36. Fue también la portada del número de octubre pasado.
Pero es esta película la que, según la actriz, marcará un punto de inflexión en su carrera: más allá de los resultados que consiga con la crítica y en la boletería, "Bullet…" le ha dado a Shahi la posibilidad de ponerse cara a cara con uno de los íconos del cine de acción de los ’80, que además vive por estos días un pleno revival con la saga "Los mercenarios".
"Stallone todavía me sigue impactando con su presencia y admiro profundamente su actitud. Es alguien que, siendo lo famoso que es, podría creerse una estrella y, en cambio, es el primero en llegar al set y el último en irse", cuenta la actriz, de 33 años.
La cinta -en la que también actúan Sung Kang (de "Rápido y furioso") y Christian Slater- gira en torno a Jimmy Bobo, un asesino profesional que busca venganza por la muerte de un compañero de fechorías y se topa en el camino con la mafia de Nueva Orleans. Stallone lo encarna sin ahorrarse saltos, balaceras ni peleas de puño.
"Es imparable, tiene casi 67 años y la energía de un veinteañero. Es gentil y generoso con su tiempo, tanto para parar a darnos consejos como para invitar a todo el equipo a cenar para conocernos mejor", relata su hija en la ficción, que pasó casi tres meses en el set junto al actor de "Rocky".
Chica televisiva
Para ponerse en la piel de Lisa, Shahi dedicó varias semanas a entrenarse en un taller de tatuajes de Luisiana: según el guión, le tocaba hacer de artista del tattoo y practicó haciendo dibujos con agujas sobre pelotas y frutas.
"Me volví adicta a la aguja, a la adrenalina que genera. No tenía ningún tatuaje cuando empezó el rodaje y demoraba cuatro horas al día en maquillaje para hacerme todos los que tenía Lisa en la película. Al terminar de filmar, fui y me hice seis. Seis tatuajes. Fue una película que me cambió la vida", se ríe la actriz.
Aunque estrena protagónico en la pantalla grande, Shahi ya es una cara familiar para los seguidores de algunas series de TV estadounidenses.
Quizás el más recordado sea su paso por "The L-Word", donde hizo precisamente un personaje hispano, la disc-jockey Carmen de la Pica Morales, durante la segunda y tercera temporada. La texana también compartió pantalla en la tira "Life" con Damian Lewis, actual coprotagonista de la aclamada "Homeland", y consiguió el papel central en "Fairly Legal", una serie de dos temporadas que acaba de ser cancelada.
Desde fines de 2012, Shahi también trabaja en "Chicago Fire", como el amor recurrente de uno de los bomberos del escuadrón, a la vez que sigue con un pie en el cine con la futura "Road to Paloma", que protagonizó y produjo.
"En TV sólo tienes siete días para preparar la historia que tienes que contar, mientras que el cine tiene otro ritmo. Hay más tiempo para dedicarse y, a la vez, cuando se termina, se terminó. Con las series vives con el personaje encima mucho tiempo", compara Shahi.