La Sociedad Geográfica Rusa afirma que los exploradores rusos establecieron un nuevo récord de inmersión.

Maxim Astakhov y Alexander Gubin se sumergieron bajo la densa capa de hielo del mar Blanco, un extenso golfo del mar de Barents localizado en la costa noroeste del país, y descendieron 102 metros, informó la institución.

"Los chicos lograron llevar a cabo la inmersión más difícil durante la peores condiciones, pusieron a prueba el equipamiento ruso y sobrevivieron", contó el líder de la expedición, Dmitri Shiller.

"A 100 metros de profundidad mis guantes se contrajeron tanto que pensé que podría verme las uñas", explicó Gubin, uno de los dos buzos.

"Tenía las manos heladas", añadió.

La inmersión fue parte de los preparativos para una expedición a la región ártica.