La emprendedora danesa que invirtió en una empresa que evita el desperdicio de comida

Para muchas personas, dejar la estabilidad de un empleo bien pagado para crear una startup, puede dar miedo.Pero para la emprendedora danesa Mette Lykke, cofundadora de Endomondo y directora ejecutiva de la aplicación de aprovechamiento de desperdicios de comida "Too Good To Go", es un salto que no solo ha hecho una sola vez, sino dos.En 2007, estaba trabajando para la consultora McKinsey cuando decidió que era hora de cambiar de rumbo. "Me faltaba la sensación de tener un impacto real".En un giro fortuito, estaba en Nueva York cuando un extraño se acercó y le entregó una postal que decía: "Cualquiera que sean nuestros sueños más salvajes, solo rasguñan la superficie de lo que es posible"."Fue una buena señal", recuerda Lykke. "Me lo dio cuando estaba esperando en un semáforo en rojo y simplemente se alejó"."Podría haberlo hecho de todos modos", dice refiriéndose al mensaje que le entregó el desconocido. "Pero definitivamente no parecía una coincidencia en ese momento".Lykke fue jinete de competición y para los tres emprendedores amantes de los deportes, el lanzamiento de una aplicación para "hacer que el ejercicio físico sea divertido" era lógico. Sin embargo, lograr el éxito de su idea en Copenhague no fue algo simple como pasear por el parque.
Así que un día decidió montar una empresa y se asoció con Christian Birk y Jakob Jonck, para lanzar la aplicación de entrenamiento físico personal Endomondo."PoHace 13 años, la mayor parte de los teléfonos no tenían GPS. Y en los primeros meses de Endomondo hubo días que nadie se inscribía. "Se sentía como caminar cuesta arriba", dice.La emprendedora cuenta que su educación la ayudó a prepararse para un trabajo duro. Creció junto al negocio maderero de su familia en Ringkobing, un pequeño pueblo en Jutlandia, en el oeste de Dinamarca. "Crecí viendo que en la vida hay altibajos", comenta.
"La mayoría de los días son trabajo duro, pero si hubiera sabido en ese momento que no vería ningún salario durante los siguientes dos años, podría haberlo reconsiderado", se ríe. "Simplemente no lo sabes".Como emprendedora, explica, "definitivamente eres optimista". "Siempre pensamos que el próximo mes será diferente".El gran cambio se produjo cuando Apple lanzó en 2008 la App Store y las ventas de teléfonos inteligentes aumentaron.Pero todavía le tomó a Endomondo seis años para obtener su primera ganancia.Para 2015, la aplicación tenía 20 millones de usuarios, algo que llamó la atención del gigante estadounidense de ropa deportiva Under Armour."Estaban particularmente interesados en aumentar el conocimiento de la marca en Europa", dice la empresaria.Finalmente la compañía estadounidense compró Endomondo por US$85 millones. Fue así como Lykke -que en ese momento tenía 33 años- y los cofundadores de la firma se convirtieron en millonarios."Es extraño vender un negocio del que fuiste parte", dice. "Si bien el acuerdo fue un gran éxito desde una perspectiva comercial y estaba contenta con la decisión, fue difícil -a nivel personal- dejar a mi bebé".Tras la venta, continuó trabajando para Endomondo y Under Armour, administrando equipos tanto en Copenhague como en Texas. Después de un encuentro casual en un autobús a las afueras de Copenhague en agosto de 2016, la danesa se embarcó en su próxima misión: combatir el desperdicio de alimentos.Comenzó a conversar con un pasajero que le mostró una aplicación llamada Too Good To Go."No estaba plenamente consciente de lo importante que es el problema del desperdicio de alimentos en la sociedad", recuerda.Después de investigar más, se sorprendió al enterarse de su impacto climático. "Eso fue alucinante para mí".Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.https://www.youtube.com/watch?v=vi-E85mB880https://www.youtube.com/watch?v=BrjMjmQ4bvY&t=6s
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