La elección del argentino Jorge Bergoglio como nuevo Papa mostró para muchos la importancia que la Iglesia Católica asigna a América Latina, donde tiene dos de cada cinco fieles en el mundo. Pero una creciente competencia de otras iglesias ha vuelto a la región del flamante pontífice Francisco I, un terreno clave en la lucha del Vaticano por mantener su fuerza e influencia a escala global.
Un ejemplo de eso puede verse estos días en Bras, un distrito en el corazón de la ciudad brasileña de Sao Paulo donde la Iglesia Universal del Reino de Dios levanta su mayor catedral: una réplica del Templo de Salomón, de 55 metros de altura, capacidad para 10.000 personas y una inversión que ya supera los US$ 110 millones.
Si todo sale según los planes, el edificio estará listo justo antes del mundial de fútbol 2014, superando en capacidad a la Catedral Metropolitana de Sao Paulo y en altura a la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro.
Esta demostración de fuerza de esa iglesia Pentecostal fundada en Brasil en 1977 ocurre en la mayor arquidiócesis del país con más católicos del planeta, señal del reto que supone el ascenso de grupos evangélicos en la región para el Vaticano y el propio Francisco I, el primer papa latinoamericano de la historia, que se espera visite Río de Janeiro en julio.
Expertos como Cecília Mariz, una socióloga de la Universidad Estatal de Río de Janeiro, creen que este fenómeno y el aumento de personas sin religión son una amenaza inédita a la hegemonía que la Iglesia católica logró en el pasado en América Latina sobre creencias indígenas o africanas.
Es la primera vez que existe una competencia institucional en materia religiosa, dijo Mariz, especializada en catolicismo y pentecostales, a BBC Mundo.
Declive
Pero la proporción de latinoamericanos que se declaran católicos pasó de 75% a mediados de los años 90 a cerca de 65% en 2011, indicó a BBC Mundo Marta Lagos, directora del estudio de opinión pública regional Latinobarómetro.
"La Iglesia (católica) dejó de ser omnipotente y dominante totalmente", indicó Lagos desde Santiago de Chile y apuntó que los evangélicos son casi el 14% de los latinoamericanos.
"La Iglesia (católica) dejó de ser omnipotente y dominante totalmente"
Marta Lagos
Este cambio se reflejó en los censos de 2010 realizados en los dos países donde la Iglesia tiene mayor número de fieles: Brasil y México, cuyas poblaciones hacia fines del siglo XIX eran más de 99% católicas.
En México, los definidos como católicos fueron 83,9% de la población (contra el 88% de una década antes) y en Brasil contaron por 64,6% de los habitantes (un desplome respecto al 73,6% que había diez años atrás).
En tanto, los evangélicos y protestantes en México llegaron a 7,6% de la población, casi dos puntos y medio más que en 2000.
Y en Brasil, los evangélicos llegaron a 22,2% (un gran salto respecto al 6,6% que tenían en 1980) y cuentan con una bancada poderosa en el Congreso.
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Moral y dinero
Mariz le explicó a BBC Mundo que hubo un crecimiento especialmente rápido de iglesias evangélicas en grandes ciudades, en áreas donde el crimen y las drogas son un reto y hay conflictos económicos.
Agregó que en esas zonas los grupos pentecostales, con su prédica contra el alcohol y la promiscuidad sexual, compiten con el mensaje conservador de la Iglesia Católica como fuerza de apoyo moral.
Y agregó que a la vez las iglesias evangélicas en general suelen tener más flexibilidad ante el divorcio y dan un poder fuerte a líderes legos (sin órdenes clericales), lo que torna más fácil conseguir pastores que en la Iglesia Católica.
Los expertos también citan razones económicas para el crecimiento de los evangélicos en América Latina, como el auge del consumo de los últimos años.
Manuel Vásquez, jefe del departamento de religión en la Universidad de Florida, citó el caso de movimientos neopentecostales que ofrecen la "teología de la prosperidad", según la cual el bienestar económico es un reflejo de la voluntad divina que premia actos de fe como donaciones.
"Lo que enseñan hace eco en las expectativas que mucha gente de clase media en América Latina tiene: quieren conseguir muchos de los beneficios de las clases ricas", dijo Vásquez a BBC Mundo.
El reto joven
Ante esta creciente competencia, el Vaticano ha respaldado al Movimiento de Renovación Carismática, que tiene especial fuerza en Brasil y según expertos le permitió atraer jóvenes y mitigar la sangría de fieles católicos en la región.
Este movimiento tiene prácticas similares a iglesias evangélicas, tanto por sus curas, que cantan ante grandes audiencias, como por su uso de medios de comunicación o la construcción de megatemplos.
Un ejemplo de esto es el sacerdote brasileño Marcelo Rossi, que cuenta con un nuevo templo con espacio para 20 mil personas dentro y 80 mil siguiendo las misas afuera por pantallas. Sus ceremonias también suelen ser transmitidas por internet, televisión o radio, y los CDs y libros de su autoría son éxitos de ventas.
Para la Iglesia Católica también existe un riesgo de secularización de jóvenes el crecimiento de las clases medias en países con fuerte tradición católica como Brasil, México o Perú, según Vásquez.
"Si la Iglesia no anda con cuidado va a perder esa población"
Manuel Vásquez
"Si la Iglesia no anda con cuidado va a perder esa población", aseguró.
Los censos de 2010 en México y Brasil mostraron un crecimiento en la proporción de personas que se definen sin religión, que de ser prácticamente inexistentes hace algunas décadas llegaron a 4,6% y 8% respectivamente.
Cuestión de confianza
María José Rosado Nunes, profesora de ciencias de la religión en la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo, afirmó que ese aumento y la mayor diversidad religiosa son fenómenos "naturales" en sociedades más abiertas a la pluralidad.
"La dificultad que tiene la Iglesia Católica es que, dado que por siglos fue LA religión de Occidente (…), no consigue entenderse como una religión entre otras", sostuvo la socióloga.
Notó además que el Vaticano ha perdido en las clases más ricas fieles que rechazan sus posiciones conservadoras, mientras los escándalos de abusos sexuales minan su credibilidad y legitimidad social.
Los estudios de Latinobarómetro muestran que la confianza en la Iglesia bajó en los últimos años (de 76% en 1996 a 64% en 2011) algo que en países como Chile fue atribuido al efecto de denuncias de abusos sexuales.
Sin embargo, Marta Lagos destacó que la Iglesia "sigue siendo la institución más prestigiosa de la región" y el proceso de secularización es menor al registrado en Europa en épocas de bonanza.
"La resistencia y la capacidad de permanencia que tiene la Iglesia Católica es sorprendente en la región, porque con todos los escándalos que ha habido sigue siendo la religión predominante", observó.