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El papa Francisco visitó a la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba.

La Virgen de la Caridad del Cobre es una advocación que une a los cubanos como ninguna otra cosa parece ser capaz de hacerlo.

Las diferencias políticas se desdibujan ante ella que es adorada con igual fervor en la isla, como entre la comunidad exiliada en Miami donde se ha erigido un templo para la patrona de Cuba

No sólo los católicos la veneran, sino los practicantes de religiones afrocubanas, que en tiempos de la colonia decidieron identificar sus dioses con las imágenes del cristianismo para poder seguir practicando su fe.

Hoy es común ver en las Iglesias católicas cubanas –y en las de Miami- a personas que usan los collares y otros símbolos de la santería.

A diferencia de otras naciones, en Cuba se le rinde culto masivo a una sola virgen: la de la Caridad de Cobre.

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Misa en El Cobre

Este martes, el Papa Francisco ofició una misa en la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba.

Allí se conserva la imagen original de la virgen con su capa de oro, que puede verse desde todos ángulos del templo.

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El Papa obsequió al presidente de Cuba un mosaico de la Virgen de la Caridad del Cobre realizado por artistas del Vaticano.

Su altar es de mármol y plata maciza, decorado con valiosos objetos.

En la pequeña capilla se conservan numerosas ofrendas de los fieles, entre ellas la medalla del Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway.

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En su primer discurso al llegar a Cuba el sábado, el Papa Francisco dijo que irá al santuario de El Cobre "como hijo y como peregrino, para pedirle a nuestra Madre por todos sus hijos cubanos y por esta querida nación, para que transite por los caminos de justicia, paz, libertad y reconciliación".

Escudo espiritual de los cubanos

Cuenta la leyenda que la estatua de la virgen fue avistada entre 1616 y 1617 en la bahía de Nipe, en el extremo este de Cuba, por tres esclavos, uno negro y dos indios, quienes la hallaron flotando con una tablilla que decía "Yo soy la Virgen de la Caridad del Cobre".

Al poco tiempo, fue trasladada al hospital de enfermos adjunto a una iglesia construida cerca de una mina de cobre, a unos 20 km de Santiago de Cuba. Hacia mediados del siglo XVII la imagen pasó a ser el eje del culto en la zona.

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Durante décadas, entre 1960 y 1980, ser religioso en Cuba representaba un estigma social.

Pronto los criollos –cubanos descendientes de españoles- comenzaron a identificarse con ella, así como los primeros combatientes contra el dominio colonial, llamados mambises.

"Fueron los veteranos de Guerra de la Independencia, movidos por sentimientos de fe y patriotismo, quienes pidieron que la Virgen mambisa fuera la patrona de Cuba como nación libre y soberana", recordó el Papa Francisco en su discurso en la ceremonia de bienvenida.

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Desde entonces esta figura con poder benéfico "se convirtió en escudo espiritual de los mambises, y en referente de la nación que querían construir", opinó Emilio Cueto, autor del libro "La Virgen de la Caridad del Cobre en el alma del pueblo cubano" (2014).

Culto sincrético

En Miami, centro de buena parte de la comunidad cubana en el exilio, hay una ermita edificada con fondos recaudados por devotos isleños en recordación del templo cubano.

Está presidida por una réplica de la estatua original, sacada de Cuba en 1961.

Mayelín Martínez llegó a la ermita de Miami para cumplir una promesa que le hizo a la Virgen de la Caridad del Cobre: llevarle a sus mellizas, Yazmín y Yazlín, antes de que cumplieran el primer mes de nacidas.

"Siempre he sido devota de la virgen, desde que estaba en Cuba", contó a BBC Mundo la mujer de 33 años. "Vine a cumplir mi promesa y le traigo girasoles porque esas son las flores que a ella le gustan".

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En Cuba se le rinde culto masivo a la Virgen la de la Caridad del Cobre.

Como Mayelín Martínez, muchos cubanos acuden a esa iglesia para rendir tributo a la figura religiosa más venerada por la nación, en un culto en el que se fusionan elementos de la santería, una religión de origen africano.

Por eso, incluso quienes se identifican como católicos la veneran vestidos de amarillo –color de Oshún- y le llevan girasoles y flores de ese color, también asociadas a los cultos afrocubanos.

Durante la época colonial, los esclavos adoraron a sus dioses a través de los santos de la Iglesia católica.

"Enmascararon el culto a sus deidades haciéndoles pensar a los españoles que creían en sus santos; de ese modo mantenían su religión activa, podían hacer sus bailes y cantos sin que los españoles se enteraran de nada", explicó Natalia Bolívar, considerada una autoridad cubana en antropología.

Venerada por todos los creyentes

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Quienes veneran a la Virgen suelen vestirse de amarillo y le llevan girasoles y flores de ese color

"Oshún es dueña del amor, la riqueza, y el embarazo", dijo Bolívar a BBC Mundo.

"Por eso cuando mi hija quedó embarazada fui a llevarle su calabaza" como ofrenda, recordó.

Bolívar considera que el culto a la Virgen de la Caridad del Cobre es mayoritario entre los creyentes cubanos.

"Es nuestra patrona, yo pienso que es una figura venerada por todos los religiosos y por todos los cubanos", señaló.

"Aquí las iglesias. católicas, se llenan con personas que también practican la religión afrocubana o más bien cubana".

Una idea que refuerza Emilio Cueto para quien "la capacidad de la Virgen de convocar opuestos y diversos es increíble. No creo que nadie más en Cuba tenga hoy esa capacidad de convocatoria"

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En el despacho de Raúl Castro

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En su primer discurso al llegar a Cuba el Papa dijo que irá al santuario de El Cobre para pedirle a la Virgen por todos sus hijos cubanos

Durante décadas, entre 1960 y 1980, ser religioso en Cuba representaba un estigma social y las personas que profesaban abiertamente su fe eran marginadas y en ocasiones expulsadas de centros laborales y estudiantiles.

Las iglesias se vaciaron. Se prohibieron las procesiones religiosas.

La Constitución cubana de 1976 establecía un estado ateo, pero en 1992 fue modificada para convertir a la isla en un estado secular.

Los religiosos fueron admitidos en el seno del Partido Comunista y las iglesias comenzaron a llenarse, aunque todavía no se permiten las escuelas religiosas. El culto a la Virgen de la Caridad del Cobre salió a las calles.

Recientemente, el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, contó a CNN que el presidente cubano, Raúl Castro, tiene una estatua de la virgen en su oficina.

Según comentó Ortega, iba a ser un regalo para Benedicto XVI cuando estuvo en la isla en 2012, pero decidió mandar a hacer una réplica para regalarle.