El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, dijo en entrevista exclusiva con la BBC que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fracasó por no dar estabilidad a su país pese a que estuvo más de una década en el país.

"En el frente de seguridad, las operaciones de la OTAN causaron mucho sufrimiento en Afganistán, mucha pérdida de vidas y ningún provecho, porque el país no es seguro", aseguró.

La entrevista con la BBC fue publicada el mismo día en que se cumplen 12 años de la llamada "Operación Libertad Duradera", la respuesta del gobierno de Estados Unidos a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.

Expresó que la OTAN se enfocó de manera incorrecta en las aldeas afganas, en lugar de los refugios del Talibán en Pakistán.

A Karzai debe entregar el poder en seis meses luego de que se lleven a cabo elecciones.

"No me hace feliz decir que la seguridad es parcial. No es lo que estamos buscando. Lo que deseábamos era una seguridad absoluta y una guerra bien definida contra el terrorismo", comentó sobre la campaña de la OTAN.

Karzai señaló que ahora su prioridad es llevar paz y seguridad a Afganistán, incluyendo un acuerdo para compartir el poder con el Talibán.

Afirmó que su gobierno se encuentra comprometido activamente en conversaciones con el grupo islámico con un propósito en mente.En cualquier lugarE

"Son afganos. Son bienvenidos en cualquier lugar donde el presidente o el gobierno afgano puedan designar a talibanes en un empleo gubernamental", explicó. "Sin embargo, si se trata de elecciones donde el pueblo afgano designe a funcionarios a organismos estatales, entonces los talibanes deben participar en esas elecciones".

Derechos de la mujer

Mujeres afganas

La falta de progreso en los derechos femeninos fue un factor en la reducción de la ayuda noruega.

Karzai restó importancia a las preocupaciones de que traer al Talibán de vuelta al gobierno sacrificaría los débiles avances en el estatus de las mujeres afganas.

"El retorno del Talibán no socavará el progreso. Este país necesita tener paz. Estoy dispuesto a soportar cualquier cosa que traiga la paz a Afganistán y así promover mejor la causa de las mujeres", respondió.

"No me cabe duda de que habrá más niñas y mujeres estudiando, llegando a la universidad y logrando mejores oportunidades de trabajo. No hay duda de eso; incluso si el Talibán regresa, eso no terminará ni disminuirá", agregó.

Antes de las elecciones para el sucesor de Karzai, EE.UU. está ansioso por concluir un acuerdo bilateral de seguridad que también formalice las relaciones entre ambos países una vez que se retiren las fuerzas de la OTAN en 2014.

EE.UU. desea que Karzai lo firme ya, para evitar que se convierta en un tema electoral. Sin embargo, el líder afgano dijo a la BBC que no tiene ningún apuro para firmar un pacto:

"Si el acuerdo no nos conviene, por supuesto lo podemos abandonar. Tiene que convenir a los intereses y propósitos de Afganistán. Si no le conviene a nadie, naturalmente tomaremos caminos separados".

EE.UU. es cada vez más pesimista al respecto y consideraría la opción de no dejar ningún soldado en el terreno.

Retiro de tropas

Análisis

Afganistán ha recorrido un largo camino desde 2001, la época del opresivo régimen islamista del Talibán. Pero ha costado cientos de miles de millones de dólares y decenas de miles de vidas.

Y mientras los afganos discuten con EE.UU. sobre un acuerdo bilateral de seguridad que formalice sus relaciones de posguerra, su presidente continúa siendo aliado un día y adversario al siguiente.

Hamid Karzai ha tenido hace mucho una relación problemática con sus socios occidentales. Y ya sea que esté peleando con el Talibán o construyendo la nación, suele tener objetivos muy diferentes, especialmente de los de EE.UU.

Cuando la BBC lo entrevistó hace 18 meses, parecía frustrado, especialmente con EE.UU. Pero esta vez, Karzai luce más relajado, sintiendo claramente que sus preocupaciones sobre la operación de la OTAN finalmente fueron escuchadas en las capitales de todo el mundo.

Ahora, a sólo seis meses de las elecciones de las que saldrá su sucesor, Karzai busca establecer su legado. Dice que lo más importante para él es que sea visto como el hombre que hizo lo imposible por defender y unir al nuevo Afganistán.

Pero ha tenido que pagar un precio: vive protegido con guardias armados y ha sobrevivido a por lo menos seis intentos de asesinato.

En los últimos años, Karzai ha tenido relaciones problemáticas con sus aliados occidentales por criticar abiertamente a la OTAN, a la que acusó de no respetar la soberanía afgana.

En 2009, el presidente Barack Obama describió a Karzai como un socio poco fiable e ineficaz. No obstante, en la entrevista con la BBC, Karzai desestimó la declaración, diciendo que se le ha caracterizado de esta manera "porque no avanzamos donde ellos quieren que avancemos. Desean que nos mantengamos en silencio cuando mueren civiles. Eso no lo haremos, no podemos".

Expresó que en los años inmediatamente después de la invasión a Afganistán encabezada por EE.UU., tuvo buenas relaciones con el entonces presidente George W. Bush, ya que en "esos primeros años ho había mucha diferencia de opinión entre nosotros".

"Las relaciones comenzaron a empeorar en 2005, cuando vimos los primeros incidentes de víctimas civiles y que la guerra contra el terror no se estaba conduciendo donde debía".

Karzai sostuvo que la guerra debería haberse llevado a cabo "en los refugios, en los campos de entrenamiento más allá de Afganistán, en lugar de las aldeas afganas, donde las fuerzas de EE.UU. y la OTAN causaban daño al pueblo afgano".

También se ha criticado mucho el fracaso del gobierno afgano al lidiar con la corrupción, que junto con la falta de progreso para mejorar significativamente los derechos de las mujeres, provocaron que Noruega cortara parte de su ayuda al país la semana pasada.

"Nuestro gobierno es débil e ineficaz en comparación con otros, acabamos de empezar", señaló Karzai. "Pero la gran corrupción, los cientos de millones de dólares de corrupción, no fueron afganos. Ahora todos lo saben. Eran extranjeros.

"Los contratos, los subcontratos, los contratos que se otorgaban a ciegas, el dinero que compraba lealtades, el dinero que compraba la sumisión de funcionarios del gobierno afgano para imponer políticas y designios con los que los afganos no estaban de acuerdo. Esa fue la mayor parte de la corrupción", sentenció.