Japón se incautó del pesquero chino luego de que éste chocara con dos naves guardacostas japonesas.
Japón dio a conocer que no presentará disculpas formales ni pagará compensación a China por la detención del capitán de un barco pesquero chino.
El pesquero chino chocó con dos lanchas guardacostas en aguas que se encuentran en disputa.
El gobierno de China había exigido disculpas formales de Japón y una compensación por haber "violado la soberanía china y los derechos humanos de un ciudadano chino" en el caso de la detención del capitán .
Japón había lo liberado con anterioridad. Su detención, hace dos semanas, condujo al peor momento de la relación entre ambos países en años.
Zhan Qixiong fue detenido tras la colisión cerca de las inhabitadas islas Senkaku -como se les conoce en Japón- o Diaoyu -como se les dice en China- ubicadas en una zona potencialmente rica en recursos naturales y cuya soberanía se disputan ambos países.
En el comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, China volvió a reclamar la soberanía sobre las islas.
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La detención llevó a China a presentar reiteradas protestas diplomáticas, cancelar visitas de funcionarios y eventos culturales. Además, Pekín advirtió que el caso podría dañar seriamente las relaciones.
Las islas están en una zona potencialmente rica en recursos naturales.
Un fiscal japonés aseguró que la decisión de liberar al capitán tomó en cuenta la importancia de la relación entre ambos países.
El gobierno, por su parte, insistió en que la Fiscalía había tomado la decisión por cuenta propia. Sin embargo, la oposición criticó el hecho y algunos políticos dijeron temer que el país diera una imagen de debilidad.
Para Roland Buerk, corresponsal de la BBC en Tokio, muchos japoneses podrían decir que su país cedió a la presión china. Pero Japón tenía mucho para perder, recuerda, pues su economía depende de las exportaciones al país vecino y China es su mayor socio comercial.
El anuncio de la liberación de Zhan se produjo luego de que se supiera que las autoridades chinas habían detenido a cuatro ciudadanos japoneses bajo la acusación de filmar áreas militares.