Esta isla situada a 205 kilómetros de Sicilia y a sólo 113 de las costas del norte de África, es la puerta de entrada para muchos inmigrantes en Europa, y fue el primer destino fuera de Roma de Jorge Bergoglio luego de haber asumido como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.

Justamente la noticia de un naufragio llevó al nuevo Papa a visitar Lampedusa el 8 de julio pasado y, en su homilía, Francisco se refirió a "esas barcas que, en lugar de haber sido una vía de esperanza, han sido una vía de muerte".

"Esos hermanos y hermanas nuestras intentaban salir de situaciones difíciles para encontrar un poco de serenidad y de paz; buscaban un puesto mejor para ellos y para sus familias, pero han encontrado la muerte. ¡Cuántas veces quienes buscan estas cosas no encuentran comprensión, no encuentran acogida, no encuentran solidaridad!", había dicho Francisco en julio pasado.

El Papa pidió que este tipo de tragedias no se repitan, pero este jueves el barco que provenía del norte de África se incendió y hundió aproximadamente a un kilómetro de la costa.

La Guardia Costera italiana dijo que 163 personas fueron rescatadas.

En su cuenta de Twitter, el pontífice llamó a rezar por las nuevas víctimas.