El líder de la centroderecha de Italia, Silvio Berlusconi, dio marcha atrás en sus intentos por acabar con la coalición de gobierno del país, que encabeza el primer ministro Enrico Letta.
Ante la cámara alta del Parlamento, en Roma, el ex primer ministro afirmó que apoyará el voto de confianza al que debe someterse Letta, este miércoles, ante los legisladores.
"Italia necesita un gobierno que pueda producir reformas estructurales e institucionales. Hemos decidido, no sin conflictos internos, apoyar la votación", expresó el político ante el Congreso.
El anuncio representa un cambio de rumbo en la posición expresada por Berlusconi, que el fin de semana retiró a su partido, Pueblo de Libertad (PDL), de la alianza gubernamental.
Cinco ministros de su línea abandonaron el gabinete, lo que disparó la decisión de someter al gobierno a un proceso de voto de confianza.
Asimismo, Berlusconi había instruido a sus legisladores a inclinarse por el "no" en el Congreso. Pero varios de ellos habían anticipado que se rebelarían contra la voluntad del líder, mostrando las profundas fracturas que se dan en el seno del PDL.
Futuro en duda
El corresponsal de la BBC en Roma, Alan Johnston, señaló que miembros de alto rango del PDL habían retirado su apoyo al líder y el cambio de rumbo forzado, que muchos ven como una humillación, pone en duda el futuro político de Berlusconi.
El político todavía se enfrenta a una posible expulsión del Senado, tras una condena en los tribunales italianos por evasión fiscal.
Según Johnston, el veterano líder saldrá debilitado de esta crisis, con su poder para influir en la política italiana sensiblemente disminuido.
Pero no sólo su futuro público está en juego: el primer ministro Letta hizo una súplica apasionada por la supervivencia de su gobierno y consideró que, de no recibir el voto de confianza, las consecuencias para Italia serían fatales.
Advirtió a los senadores que el país podría caer en un abismo económico si se estanca el plan de recuperación que lleva adelante su gestión.
"Den su confianza al gobierno para cumplir (nuestros) objetivos. La confianza por todo lo que ha sido logrado… un voto de confianza por Italia y los italianos", expresó Letta.
El mandatario necesita 161 votos en el senado, pero podría contar solamente con el apoyo de 137 legisladores y necesitar de otros 25 "de otros partidos.
Luego, la votación deberá pasar a la cámara de diputados, pero Letta tiene allí el respaldo de la mayoría.