Hawái se ha convertido en el primer estado de Estados Unidos que presenta una demanda legal contra la nueva orden ejecutiva de Donald Trump sobre inmigración.
El fiscal general del estado afirma que la nueva versión de la directiva es fundamentalmente igual que la primera y la llamó "Prohibición musulmana 2.0″.
La orden ejecutiva, que entrará en vigor el 16 de marzo, establece una prohibición de 90 días a la inmigración de personas de seis países de mayoría musulmana y una prohibición de 120 días a todos los refugiados al país.
El mismo jueves, los estados de Nueva York, Washington, Oregon y Massachusetts se unieron al desafío jurídico de Hawái bajo diferentes argumentos.
El fiscal de Nueva York consideró a la nueva orden ejecutiva como un "veto a los musulmanes con otro nombre", mientras que el de Washington consideró que usa "las mismas motivaciones ilegales que el original".
La directiva anterior, que fue bloqueada por un tribunal federal, sembró confusión y caos en aeropuertos del país y de todo el mundo y protestas masivas.
"Nada de sustancia ha cambiado: está la misma prohibición exhaustiva a la entrada de países de mayoría musulmana (menos uno)", señaló el fiscal general de Hawái, Doug Chin sobre la nueva orden.
En ésta se establece que los ciudadanos de Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen, tendrán prohibido entrar al país durante 90 días. Irak, que fue incluido en la primera directiva, fue excluido de la segunda.
Chin afirmó que, a pesar de los cambios realizados, la nueva orden ejecutiva incluía "los mismos bloqueos de gran alcance a la admisión de refugiados (con la excepción de uno) y un laberinto ilegal de excepciones y exenciones".
La nueva directiva no incluye a los refugiados cuya entrada al país ya fue aprobada, retira la prohibición indefinida a los refugiados sirios, y no tiene efectos sobre los residentes permanentes legales en el país.
También excluye el controvertido lenguaje que se usó en la primera sobre dar prioridad a las minorías religiosas.
Las enmiendas fueron introducidas como respuesta a los reclamos legales que condujeron a que la primera directiva fuera bloqueada por varias cortes federales en Estados Unidos.
Los jueces dictaminaron que la prohibición era inconstitucional y se expresaron temores de que ésta estaba dirigida injustamente contra los musulmanes, algo que el gobierno negó.
Hawái es uno de varios estados que presentaron demandas legales contra la directiva original. El estado argumentó que ésta perjudicaba a los residentes, negocios y escuelas.
Este miércoles, el fiscal general presentó una nueva demanda y pidió un bloqueo de emergencia sobre la nueva orden.
Se estableció que el próximo 15 de marzo, un día antes de que entre en vigor la directiva, un juez federal escuchará los argumentos sobre si ésta debe bloquearse o no.
El presidente Trump no ha hecho comentarios sobre la demanda de Hawái, pero previamente insistió en que tiene el derecho de promulgar una orden ejecutiva como ésta y atacó a lo que llamó las cortes "tan políticas" del país.