El súpertifón Haiyán, el más intenso en tocar tierra de los que se tiene registro, comenzó a dejar reportes de destrozos en su paso por Filipinas, con inundaciones y edificios derribados.

La tormenta llegó a territorio filipino por la isla de Samar, a unos 600 kilómetros de Manila, poco antes del amanecer del viernes con vientos sostenidos de 315 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 379.

Según la oficina local, el tifón, también conocido como Yolanda, tocó tierra con rachas de hasta 275 kilómetros por hora, mientras que el el Centro Conjunto de Advertencia de Tifones de la Armada de EE.UU. registró vientos sostenidos de 314 kilómetros por hora y rachas de hasta 379.

Guiuan, una localidad de pescadores de 40.000 habitantes, fue la primera en ser golpeada por el paso del ciclón. Pero las comunicaciones enseguida quedaron cortadas.

Olas de hasta 5 metros se pudieron ver en las islas de Leyte y Samar, según informó la agencia de noticias Reuters.

No muy lejos, en Tacloban, de 200.000 habitantes, se registraron inundaciones y edificios derribados.

Más de 125.000 personas de las zonas más vulnerables fueron evacuadas y llevadas a refugios.

Peor que Camille

Una de las zonas de más riesgo es la isla de Bohol, epicentro de un terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter que el mes pasado mató a 222 personas y donde al menos 5.000 personas seguían viviendo en tiendas de campaña.

Filpiinas

Al menos 125.000 personas fueron evacuadas ante la llegada de Haiyán.

Las Fuerzas Armadas informaron que trasladan comida y otros bienes de primera necesidad a las comunidades más remotas.

Con sus 315 kilómetros por hora al tocar tierra, Haiyán supera al huracán Camille, que llegó a la cosa de Mississippi, en el sur EE.UU. con vientos sostenidos de 305 kilómetros por hora.

El gobernador de la provincia de Leyte, Roger Mercado, escribió en su cuenta en la red social Twitter que los árboles caídos ya bloqueaban las carreteras y entorpecían los trabajos de ayuda.

Mai Zamora, de la ONG World Vision, en Cebu, le contó a la BBC cómo oía silbar el viento. "Es muy fuerte, y la lluvia torrencial sigue", dijo.

"Nuestros compañeros de Tacloban nos han contado que han visto chapas de acero galvanizado volar como cometas. Está todo por las carreteras ahora. Los caminos están inundados allá", agregó.

Roxane Sombise, residente de Tacloban, provincia de Leyte, le dijo que la BBC que sentía que su casa se zarandeaba. "Sólo quiero que pare".

Una maestra también en la provincia de Leyte le dijo a una radio local que su escuela estaba llena de refugiados.

Preparados para lo peor

Jeff Masters, meteorólogo que dirige Weather Underground, escribió en un blog que los daños provocados por Haiyán pueden ser "tal vez los más grandes destrozos provocados por el viento de una tormenta tropical en una ciudad en el último siglo".

Barcos de pesca preparados para el paso del tifón Haiyan

La previsión es que la tormenta se mueva hacia el Mar del Sur de China, donde llegará el sábado.

El presidente, Benigno Aquino, pidió a los habitantes de las zonas más vulnerables que abandonaran el lugar. También llamó a los pescadores a permanecer en puerto.

Aquíno aseguró que aviones militares de carga, helicópteros y 20 barcos de la armada están preparados para desplegarse en cuanto pase la tormenta.

"Ningún tifón va a arrodillar a los filipinos si permanecemos unidos", dijo en un mensaje televisado.

Ben Evardone, congresista de la provincia de Samar, había dicho anteriormente que había que prepararse para lo peor.

Meteorólogos locales advirtieron que la tormenta, el vigésimoquinto tifón que afecta a Filipinas este año, podría ser tan devastadora como Bopha, que en 2012 dejó al menos mil muertos y más de US$1.000 millones en daños materiales.