El exjefe policial guatemalteco, Pedro García Arredondo, declarado culpable del asesinato de 37 personas en la embajada de España en Guatemala en 1980, deberá pagar US$1,15 millones a los familiares de seis de las víctimas.
Así lo decidió el Tribunal B de Mayor Riesgo de Guatemala.
La corte emitió una orden para que García Arredondo pague dicha cantidad por "los daños morales" sufridos por los familiares, después de que el lunes pasado sentenciara al exfuncionario a 90 años de prisión por su responsabilidad en la tragedia.
El acusado tiene tres días para hacer efectivo el pago, según la orden.
Los querellantes habían solicitado en total 72 millones de quetzales (US$9,23 millones) pero el tribunal solamente aceptó 9 millones de quetzales (1,15 millones de dólares) de reparación.
La masacre tuvo lugar el 30 de enero de 1980, cuando las fuerzas de seguridad del régimen militar de Guatemala que dirigía el general Fernando Romeo Lucas García (1924-2006) asaltaron la embajada española, después de que fuera ocupada por campesinos y estudiantes guatemaltecos que denunciaban la represión militar.
García Arredondo, de 69 años, "incurrió en los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa y delitos contra los deberes de la humanidad", según el veredicto.
En el asalto murieron quemadas 37 personas, entre ellas el cónsul español, Jaime Ruiz del Árbol Soler, y sus compatriotas y empleados de la delegación Luis Felipe Sanz y María Teresa Vázquez.
Y también fallecieron Vicente Menchú y Francisco Tum, padre y primo, respectivamente, de la premio Nobel de la Paz de 1992, Rigoberta Menchú.
La premio Nobel fue la primera testigo de la fiscalía en contra del exjefe policial y también querellante.
Entre las familias resarcidas se encuentra la de Menchú y sus hermanos.
García Arreondo ya había sido condenado a 70 años de prisión en 2012 por la desaparición forzada en 1981 del estudiante universitario Édgar Sáenz Calito.