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Antes de comenzar a hacer ejercicio es importante establecer objetivos realistas para no perder la motivación.

Hacer ejercicio puede ser una actividad simple, pero a la vez muy compleja debido a la interminable cantidad de rutinas y variables que para mucha gente hace imposible saber por dónde comenzar.

Más en el comienzo de un nuevo año, cuando el cuerpo todavía está recuperándose de los excesos a los que fue sometido durante las fiestas navideñas y la mente está haciendo frente a uno de los propósitos más repetidos: ponerse en forma.

Es por eso que en BBC Mundo hemos tratado de simplificarte el trabajo y volver a compartir los consejos y temas que más interesaron a nuestros lectores durante 2016, lo que puede servir como guía para dar ese primer paso que tanto se resiste.

Comenzamos por saber cuál es la mejor manera de perder grasa abdominal.

Ejercicio vs. dieta

El verdadero problema de la grasa abdominal no es meramente estético, el problema es que puede ser un indicio de que tu salud está en riesgo, como lo advirtió el equipo del programa de la BBC "Confía en Mí, Soy Médico".

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Rollos, michelines, llantas, panza… son muchos los nombres pero todos significan lo mismo: grasa abdominal, eso de lo que muchos quieren deshacerse de manera rápida.

La grasa abdominal se encuentra alrededor del vientre. Está la grasa subcutánea, que es la que sabemos que tenemos cuando se puede pellizcar más de una pulgada en el vientre. Por otra lado, también está la grasa visceral, que se encuentra alrededor de órganos como el hígado, el páncreas o los intestinos.

Eliminarla no resulta tan complicado, el problema es saber cómo y cuál es la mejor forma de hacerlo.

Esas fueron las preguntas que se lograron contentar con una serie de experimentos en los que se concluyó que una dieta balanceada es lo más importante, pero que se recomienda combinarla con rutinas de ejercicio para obtener un mayor beneficio para el cuerpo.

Y los consejos que siguen te ayudarán a sacarles el máximo provecho.

¿En cuánto tiempo?

La paciencia es una de las virtudes más difíciles de tener en un mundo donde los resultados se quieren de manera inmediata.

Pero para aquellos que no la tienen lo mejor es compensarlo con la voluntad de conseguir en pocos minutos, pocas veces a la semana, una mejora sustancial en tu capacidad física y salud mental.

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Lo beneficios de hacer ejercicio se pueden observar al poco tiempo de comenzar a hacerlo.

La manera de hacerlo es a través de los ejercicios intervalos de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés), que parece un método complejo, pero lo cierto es que está basado en ejercicios conocidos y tradicionales.

Lo diferente es la forma en la que se realizan.

La fórmula que se utiliza es un período de máxima exigencia (unos 60 segundos) seguido de un tiempo de recuperación (90 segundos) y repetirlo cuatro veces.

En total 12 minutos y 30 segundos de actividad tres veces por semana.

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Los burpees son uno de los ejercicios más completos, pero es necesario saber hacerlos para evitar lesiones.

El único pero es que debido a su naturaleza de exigir al cuerpo hasta el límite no son recomendables para personas que han estado inactivas o que no estén seguras de su salud.

¿Y las calorías?

Consumirlas y gastarlas. El balance de la calorías en el cuerpo es clave para lograr un buen rendimiento físico y llevar una vida más saludable.

Una manera de mantener el control es a través del valor nutricional de los alimentos que consumimos, pero la fórmula más recomendada es combinarlo con la práctica recreativa de un ejercicio o deporte.

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Con el boxeo se pueden quemar un promedio de 700 calorías en 60 minutos.

¿Cuál es el mejor? Eso dependerá de cada persona y de una serie de variables como su metabolismo, la estatura, el peso y la intensidad del esfuerzo físico.

Sin embargo, en BBC Mundo buscamos saber cuáles brindan un mayor efecto en un tiempo determinado.

Sin movimiento

Para estar en forma ya no es necesario saltar o corriendo o cualquier actividad física que implique un constante movimiento.

Ahora es posible hacerlo con los llamados ejercicios isométricos que "son una forma especial de entrenamiento muscular y articular que no implica movimiento del cuerpo", según le dijo a BBC Mundo el entrenador personal español Luis Hernández.

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Los ejercicios isómetricos no requieren hacer ningún movimiento y son ideales para tonificar los músculos.

Entre los beneficios que ofrece son el aumento de la fuerza y la tonificación de los músculos, además que son ideales para la recuperación de lesiones.

Basado en este mismo concepto están los abdominales hipopresivos, un tipo de ejercicios que se basa en la presión y tensión que hasta cierto punto pueden sustituir a los ejercicios abdominales tradicionales.

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Con los ejercicios hipopresivos se contiene la respiración y y se tensa el abdomen en posturas similares al yoga.

La clave está en la postura y la respiración, aunque hay que tener cuidado ya que si se hace de una manera no dirigida o descontrolada puede llegar a provocar patologías de origen mecánico.

De hecho estos tipos de ejercicios no son aconsejados para las mujeres embarazadas ni para la gente con tensión arterial elevada, ya que al contener la respiración se aumenta la presión sanguínea.

¿Demasiado ejercicio?

Tal vez no sea el problema al que se enfrenta la mayoría de las personas, pero la pregunta cuánto ejercicio es "demasiado ejercicio" fue la que le planteó la BBC a dos investigadores en el área de la actividad física.

Y la sorpresa fue que no hubo consenso en la respuesta.

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Es importante mantener un control de cómo reacciona el organismo a la carga de trabajo a la que está siendo sometido.

Uno considera que debe haber un límite sobre la cantidad de ejercicio que se hace antes de comenzar a causar daño al cuerpo, sea con lesiones crónicas o en términos de acortar la expectación de vida.

Sin embargo, el otro concluye que el cuerpo sabe defenderse de un posible exceso de ejercicio al dictar la cantidad que necesita.

Lo que está claro es que antes de tratar de alcanzar un límite lo primero es comenzar a hacer un ejercicio ya que el verdadero peligro para el cuerpo ocurre cuando no se realiza ninguna actividad física.