Grandes historias de 2013: Brasil, las protestas que sacudieron la sede del Mundial

Mi primer encuentro con la ola de protestas callejeras que este año sacudió a Brasil y sorprendió al mundo ocurrió a metros del estadio Maracaná de Río de Janeiro, el 16 de junio. Casi por azar. Ese domingo pensaba asistir al debut de México e Italia en la Copa de Confederaciones, que además de prometer buen fútbol pondría a prueba la flamante reforma de ese templo del balompié, por más de US$500 millones. Pero antes de entrar, decidí averiguar qué pasaba con una manifestación convocada por redes sociales cerca del lugar del partido contra los altos costos del Mundial 2014 y por mejoras en salud y educación. Había unas 2.000 personas en la protesta, que terminó a punta de gases lacrimógenos y balas de goma. Hubo manifestantes que lanzaron piedras a los uniformados, mujeres que lloraron e hinchas atrapados en el descontrol. Entonces supe que me perdería el partido porque había una historia más interesante que cubrir. No tenía mi cámara, pero saqué el teléfono y comencé a filmar. La mesa estaba servida desde antes. El aumento de las tarifas del ómnibus había dado pie a protestas en Sao Paulo y otras ciudades de Brasil, reprimidas violentamente por la policía. El costo de la vida y las deficiencias en el sistema de transporte tenían a la población "irritada", como me adviritó una pasajera. La tensión y el descontento crecía con el inicio de la Confederaciones, y los incidentes fuera del Maracaná eran una señal clara de ello. En el "país del fútbol", la agitación social en medio del torneo test del Mundial tomaba por sorpresa a todos; también a mí.
Los manifestantes y la policía se enfrentaron en varias oportunidades.
"Registré una joven caída inconsciente en la acera y un hombre que intentaba reanimarla. Me sorprendí con jóvenes que desafiaban a la policía exhibiendo la bandera de Brasil, de rodillas en la calle. Percibí la ira de muchos manifestantes por la actitud policial. Y noté el interés de varios por la moderna máscara antigás que me había proporcionado la BBC un rato antes, que me daba aspecto alienígena"
Muchos eran jóvenes que participaban por primera vez en una protesta, en un movimiento sin banderas partidarias.
"Sería exagerado decir que esa ola de protestas transformó a Brasil. Pero fue un aviso serio para gobernantes y políticos"
En el "país del fútbol", la agitación social en medio del torneo test del Mundial tomó por sopresa a todos.
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