El presidente de Brasil, Michel Temer, negó este miércoles haber aprobado pagos para silenciar al expresidente de la cámara baja del Congreso Eduardo Cunha, un testigo clave de la investigación de corrupción conocida como Lava Jato que sacude al gigante sudamericano.
El diario O Globo publicó la transcripción de la grabación de una conversación entre Temer y el empresario brasileño Joesley Batista, en la que Temer supuestamente pide "mantener" los pagos ilícitos a Cunha, quien aprobó el impeachment contra la expresidenta Dilma Rousseff y ahora está encarcelado.
Cunha fue sentenciado en marzo de 2017 a 15 años de prisión por corrupción, lavado de dinero y evasión de impuestos, pero fue el hombre que impulsó el juicio político contra Rousseff, que finalmente llevó a Temer al poder.
Se lo considera un testigo clave en el caso de corrupción Lava Jato, que involucra a varios empresarios y políticos de Brasil.
O Globo dice que obtuvo unas grabaciones de una discusión entre Temer y Batista, quien dirige el gigante de la carne JBS, compañía que está implicada en el escándalo de carne brasileña adulterada conocido como Carne Magra.
El diario dice que las cintas fueron presentadas durante una negociación de colaboración con la justicia entre fiscales y dos ejecutivos de JBS.
Según lo publicado por O Globo, Temer se reunió con Batista el 7 de marzo y el empresario le contó que le estaba pagando a Cunha unos "dos millones de reales (US$578.000)" para que mantuviera su silencio en el caso de corrupción Lava Jato.
"Hay que mantener eso", fue la repuesta del mandatario, según el diario brasileño.
Pedido de "impeachment"
El contenido de las grabaciones, cuya autenticidad aún no ha sido comprobada, es tan grave que los efectos de la noticia se sintieron rápidamente en el país, según la corresponsal de la BBC en Brasil, Julia Carneiro.
"Cualquiera que sea el resultado, esta acusación cambia el juego para Temer. Por primera vez, estaría directamente implicado en el caso de corrupción masiva conocido como Lava Jato", explica.
"El efecto será aún más crítico si el contenido de las grabaciones se hace público".
En pocas horas, miembros de la oposición pidieron elecciones rápidas y presentaron al menos dos solicitudes oficiales de impeachment contra el presidente Temer.
Manifestantes salieron a las calles de Sao Paulo y Brasilia para pedir que el mandatario dimita.
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También hubo fuertes protestas en ciudades como Río de Janeiro, Salvador y Recife.
En las redes sociales, los brasileños se están preguntando qué pasará ahora, mientras que los comentaristas políticos se han referido al hecho como un "punto de no retorno", informa Carneiro.
"Nada comprometedor"
La Presidencia de la República de Brasil dijo en un comunicado que las acusaciones son falsas y pidió que se investiguen a fondo.
"El presidente Michel Temer nunca solicitó pagos para obtener el silencio del exdiputado Eduardo Cunha", asegura el mensaje.
"No participó, ni autorizó, ningún movimiento con el fin de evitar que el ex congresista negocie o coopere con la justicia", añadió.
El Palacio de Planalto confirmó que en marzo hubo una reunión entre Temer y un ejecutivo de JBS, Joesley Batista, pero que "no hubo nada en el diálogo que comprometa la conducta del presidente".
Temer, ex profesor de derecho, desempeñó un papel clave en el proceso de impeachment contra su predecesora, Dilma Rousseff, en 2016.
Como vicepresidente, la reemplazó después de que la destituyeron por supuestamente tomar préstamos de bancos estatales sin consultar al Congreso para tapar huecos en las cuentas públicas.