Mientras los aviones de combate de Francia bombardeaban esta semana bases y depósitos islamistas en el norte de Mali, un despliegue de fuerzas especiales francesas fue enviado al vecino Níger.

El objetivo, tal como lo confirmó el lunes el presidente nigerino Mahamadou Issoufu, era proteger una de las mayores minas de uranio del país.

De hecho, Níger, con quien Mali comparte una frontera de 840 kilómetros, tiene unos de los mayores depósitos de uranio del mundo y ocupa el quinto puesto como productor mundial de este mineral para la generación de energía nuclear.

Y la mina que las fuerzas francesas están protegiendo -dijo el presidente Issoufu- es la Arlit, operada por la compañía francesa Areva, que juega un papel esencial en la minería de Níger.

Francia "nuclearizada"

Francia -uno de los países con más centrales nucleares del mundo- produce casi 80% de su electricidad de plantas atómicas. Obtiene gran parte del uranio que necesita para su consumo interno de las minas de Arlit y Imouraren, ambas ubicadas en una remota región del norte de Níger.

Tal como explica a BBC Mundo Jesús García-Luengos, experto en recursos naturales e industrias extractivas del Magreb y África Subsahariana, y cofundador de Reset, un think-tank basado en Madrid, "la importancia para Francia del uranio nigerino es, en términos de seguridad energética, de primer orden".

"Hay que tener en cuenta que en torno a dos tercios de la electricidad que consume Francia es de origen nuclear. Y que más del 30% del uranio que importa Francia proviene de Níger".

Planta nuclear de Fessenheim, en el este de Francia

Francia tiene 58 centrales nucleares e importa 100% del uranio que consume.

Francia, dice el experto, tiene 58 centrales nucleares e importa el 100% del uranio que consume.

Hace tres años los militantes islamistas secuestraron a cinco trabajadores franceses de la mina de Arlit.

Cuatro de ellos todavía están retenidos, junto con otros tres rehenes también franceses, y se cree que podrían estar en el norte de Mali cerca de donde las tropas francesas están combatiendo a los militantes vinculados a al Qaeda.

Tras la toma de rehenes en la planta de gas de In Amenas en Argelia el mes pasado, que resultó en la muerte de 37 rehenes extranjeros, Níger -y Francia- parecen no querer quedar expuestos al mismo riesgo.

Tal como declaró la televisión el presidente Issoufu de Níger: "Decidimos, especialmente a la luz de lo que ocurrió en Argelia… no tomar riesgos y fortalecer la protección de las instalaciones mineras".

"(Francia) argumenta que si Mali cae en manos de los islamistas, toda Europa se verá amenazada. Pero lo decisivo en esta situación es el uranio de Níger"

Abdou Dia

Ante esta situación, muchos se plantean la pregunta de ¿hasta qué grado la dramática intervención de Francia en Mali estuvo motivada por intereses económicos?

Intereses

Como explica a BBC Mundo Abdou Dia experto de BBC África, "hay dos perspectivas para mirar esta situación".

"Una es que, de hecho, Francia tiene muchos intereses económicos con todos los vecinos de Mali, especialmente Níger, por su uranio; Senegal, con quien mantiene extensos negocios, y Costa de Marfil".

"Desde este punto de vista, Francia teme que si Mali resulta desestabilizada, sus propios intereses se verán amenazados. Pero obviamente también argumenta que si Mali cae en manos de los islamistas, toda Europa se verá amenazada".

"Pero lo decisivo en esta situación -dice Abdou Dia- es el uranio de Níger".

Los vecinos de Mali

Francia tiene intereses económicos en toda la región del Sahel, principalmente en Níger, por su uranio.

Tal como explica Jesús García-Luengos, la seguridad del Sahel, una franja desértica de 5.400 kilómetros que se extiende de oeste a este en África y cubre a Senegal, Mauritania, Mali, Argelia y Níger, es esencial para Francia.

"Existe una relación directa entre la estabilidad en el Sahel y los intereses sobre seguridad energética de Francia en Níger", dice el experto.

La frontera que comparte Níger con Mali es imposible de controlar: además de los militantes islamistas, la zona es refugio de bandas armadas, narcotraficantes, delincuentes y grupos tuareg que luchan por su independencia.

Y para complicar aún más la situación, señala Abdou Dia, "también hay informes no confirmados de que en la enorme zona desértica del Sahel se podría estar llevando a cabo una prospección de petróleo y otros minerales y metales".

Futuro

El presidente Francois Hollande indicó que la misión militar de su país continuará hasta que se logre restaurar "la integridad territorial" de Mali.

Muchos se preguntan si la presente intervención podrá lograr un cambio que eventualmente beneficie a los propios pobladores de la región.

A pesar de sus enormes depósitos de uranio, Níger es uno de los diez países más pobres del planeta.

"Se estima que el 60% de sus habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza y su esperanza de vida es de 54 años", dice el experto español Jesús García-Luengos.

"El actual escenario, marcado por un estado de refuerzo de la seguridad y de máxima alerta, no apunta a corto plazo a ningún cambio en beneficio de la población nigerina."

Jesús García-Luengos

"Una adecuada gestión de los recursos implica acuerdos más ventajosos para el gobierno de Níger y, cuestión fundamental, que traslade los ingresos tanto del uranio, petróleo y demás minerales (también tiene oro, plata y otros minerales y metales) a su población, a través de políticas y proyectos de justicia social redistributiva".

"Hay que recordar que son las poblaciones locales las titulares legítimas de los recursos naturales y son las que no reciben una mínima parte de las rentas de explotación y además sufren los impactos de la misma".

Agrega que "el actual escenario, marcado por un estado de refuerzo de la seguridad y de máxima alerta, no apunta a corto plazo a ningún cambio en beneficio de la población nigerina".

Y tampoco a la población maliense, dice el experto de BBC África.

"Francia saldrá lo más rápido posible del país y lo más probable es que sólo deje unas cuantas fuerzas especiales para salvaguardar sus intereses".

"Dudo que cambie algo para la población", concluye Abdou Dia.