No había pasado mucho tiempo desde que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, anunció en Twitter la captura del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, cuando surgió la pregunta: ¿será extraditado a Estados Unidos?
Muchos dentro y fuera de México piensan que la única manera de hacer que Guzmán permanezca entre rejas es enviarlo en un avión de la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés) al vecino del norte para que sea juzgado por las autoridades estadounidenses.
Algunos creen que el presidente mexicano Enrique Peña Nieto no se arriesgará a la humillación inédita que sufriría su gobierno si Guzmán logra escapar por tercera vez de una prisión de alta seguridad en México.
Hasta el momento no ha habido un pronunciamiento oficial al respecto de parte de las autoridades mexicanas.
Del otro lado de la frontera, el precandidato presidencial estadounidense Marco Rubio se apresuró a pedirle al mandatario Barack Obama que busque la extradición "inmediata" de Guzmán.
Lo que anticipa la presión política que se aplicará sobre el gobierno mexicano para que ponga a Guzmán en manos de la justicia estadounidense.
Las autoridades de Washington fueron más circunspectas en sus declaraciones oficiales.
La Fiscal General Loretta Lynch dijo que la captura del narcotraficante es una "victoria para los ciudadanos de México y EE.UU.", sin mencionar la extradición.
La agencia de noticias EFE citó el viernes al portavoz del Departamento de Justicia, Peter Carr, asegurando que podía "confirmar que la práctica de EE.UU. es buscar la extradición cuando las personas acusadas de cargos en EE.UU. son aprehendidos en otro país".
Una espada de Damocles
Así como en la década de 1980 los jefes narcotraficantes colombianos aseguraban que preferían "una tumba en Colombia a una celda en EE.UU.", los líderes de los carteles mexicanos temen a la extradición.
Y El Chapo no parece ser la excepción.
"Poco después de que se fugó a través de un túnel de una cárcel de máxima seguridad en julio de 2015, su abogado reconoció que el temor a terminar en una cárcel de EE.UU. había impulsado el escape", informaba hace poco el corresponsal de BBC Mundo en México, Juan Paullier.
Dos semanas antes de que se escapara, Washington había solicitado formalmente que el líder del cartel del Sinaloa y uno de los mayores narcotraficantes del mundo, fuera extraditado.
Por una cuestión de soberanía, el gobierno mexicano había rechazado previamente enviar a Guzmán a EE.UU.
"En enero de 2015, el entonces procurador general Jesús Murillo Karam, aseguró que no había peligro de que Guzmán se fugara y que debía permanecer en México", aseguró Paullier.
Murillo Karam había declarado entonces: "Yo puedo aceptar la extradición, pero en el momento que yo diga. 'El Chapo' se tiene que quedar aquí a cumplir su condena y después lo extradito. Unos 300-400 años después, falta mucho".
Nueva política
Pero desde entonces, y luego de la segunda fuga de "El Chapo", el gobierno mexicano, criticado por no enviarlo a EE.UU., decidió extraditar a varios delincuentes a ese país.
Así llegó a EE.UU. Edgar Valdez Villarreal, conocido como "La Barbie", perteneciente a la organización de los Beltrán Leyva, quien había sido capturado en 2010 y que acaba de ser condenado en los tribunales estadounidenses.
En octubre de 2015, un juez federal de EE.UU. reiteró la orden de prisión contra Guzmán para que sea juzgado en Chicago, donde se lo considera "enemigo público número uno" por su responsabilidad en el tráfico de drogas.
"El gobierno mexicano no tiene en este momento la capacidad de contar con prisiones ni de alta, media ni baja seguridad que sean seguras y en las que pueda mantener a este tipo de personajes", le dijo en octubre a BBC Mundo José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal.
Extradiciones anuales
Pese a que México y EE.UU. firmaron acuerdos de extradición en 1978, las primeras extradiciones no ocurrieron hasta 1995.
México ha deportado en los últimos diez años a entre 150 y 200 delincuentes anualmente para que enfrenten a la justicia en EE.UU.
Algunos de ellos han sido narcotraficantes de alto perfil y la mayoría ocurrieron durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012).
"Algunos de los extraditados en su mandato fueron Osiel Cárdenas, Benjamín Arellano Félix y Vicente Zambada Niebla", recuerda nuestro corresponsal Juan Paullier.