Avión en el aeropuerto sueco de Arlanda.

El avión fue revisado con perros sabuesos y no se encontraron explosivos.

La policía canadiense investiga si fue una broma la llamada que puso en alerta a un Boeing 777 paquistaní respecto a un pasajero que llevaba explosivos, obligándolo a aterrizar de emergencia en Estocolmo.

Las autoridades canadienses recibieron la llamada de una mujer, el sábado, que afirmaba que un pasajero transportaba explosivos.

Los pasajeros fueron desembarcados del avión en Suecia y se detuvo a un hombre para ser interrogado. Éste fue dejado en libertad posteriormente.

El avión reanudó viaje y arribó a su destino final, Karachi, sin novedad.

La policía canadiense afirma que recibió dos llamadas de una mujer que los contactó desde dentro de Canadá.

La mujer dio pocos detalles en su primera llamada, dice la policía, pero en la segunda dijo que un hombre llevaba explosivos con la intención de hacerlos estallar dentro del avión.

Si la llamada fue una broma, la persona que telefoneó podría ser acusada de "comportamiento malicioso", dijo la Real Policía Montada de Canadá.

El Boeing 777, perteneciente a Pakistán International Airways, se encontraba en vuelo desde Toronto a Karachi, con doscientos setenta y tres pasajeros y miembros de la tripulación a bordo, cuando fue desviado al aeropuerto de Arlanda, cerca de Estocolmo.

La policía utilizó perros sabuesos para examinar el avión, pero no se hallaron explosivos.

La policía sueca detuvo a un paquistaní de unos treinta años, que viajaba con pasaporte canadiense. Éste fue liberado sin cargos y se le permitió abandonar Suecia, según informó la fiscalía.

Sin embargo, el avión partió antes de que el hombre fuera dejado en libertad. La policía informó que le daría ayuda al pasajero para llegar a su destino.

Si la llamada fue una broma, la persona que telefoneó podría ser acusada de "comportamiento malicioso", dijo la Real Policía Montada de Canadá.