Cuando suena el timbre de las escuelas en el barrio del Vedado, en La Habana, un grupo de niños no se va directamente a casa sino a un colorido edificio. Ahí pasan horas ensayando.
La actuación, la música y el baile incluso ha llevado a algunos de ellos a México, España y Estados Unidos.
Lo peculiar de esta escuela es que no fue creada, como la mayoría, por el Partido Comunista de Cuba, sino por un ciudadano particular.
Y "La Colmenita" aparece como un ejemplo de organización social exitosa que no depende directamente del Estado.
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Durante un descanso, los jóvenes músicos le hablaron al corresponsal de la BBC en Cuba, Will Grant, sobre sus esperanzas de futuro después del histórico anuncio de nuevos lazos con EE.UU.
Además de tener "otro amigo", como dijeron, algunos están especialmente emocionadas por la idea de que tendrán más acceso a internet, una herramienta que Washington considera necesaria en la "democratización" de la isla.
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Democracia en la escuela
Pero los jóvenes de La Colmenita consideran que viven en una democracia. Ana María, de 15 años, explica con el ejemplo de su escuela.
"En cada escuela en Cuba, tenemos nuestra propia organización y elegimos un miembro cada año para representarnos en las reuniones de los profesores. Esto, para mí, es el mejor ejemplo de democracia que hay", le dice a Grant.
Pero pese a que las aulas de Cuba podrían ser democracias ejemplares, los críticos dicen que el parlamento cubano no lo es.
El gobierno subraya que el electorado vota por cada diputado de la Asamblea. Pero la mitad de los candidatos son elegidos por instituciones del Estado.
Y la otra mitad son delegados propuestos en cada barrio. En la última elección había un solo candidato por cada circunscripción. Es decir, los cubanos sólo tenían una alternativa.
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Además, los nombramientos en los niveles más altos del gobierno siguen firmemente en manos del Partido Comunista.
El editor de la revista política 'Temas', Rafael Hernández, reconoce que hay una brecha entre los procesos participativos en Cuba:
"Yo diría que la democracia a nivel local funciona mejor que a nivel nacional", observa.
"En las asambleas de distrito, los delegados del poder popular son elegidos por la gente, la lista de candidatos está formada por los ciudadanos. Pero cuanto más subes, el sistema se pone menos democrático. Esto es un problema, pero quizás no solo en Cuba".
Hernández niega rotundamente la idea de que no hay democracia en Cuba simplemente por ser un Estado unipartidista. Para él, sólo es una forma diferente de democracia respecto a la que hay en EE.UU. o Europa Occidental.
"Nuestra idea de democracia y libertad nunca ha sido la misma de la de EE.UU. desde los tiempos de José Martí, el fundador de la independencia cubana. Esta no es una diferencia marxista ni comunista. Esta es parte de la cultura nacionalista en Cuba", explica.
"El pueblo en EE.UU. vota en un sistema bipartidista altamente regulado, igual de rígido que cualquier sistema unipartidista. Hasta más rígido porque hay menos gente votando".
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"Régimen autoritario"
Según un informe de The Economist Intelligence Unit (EUI) en el que cuantifica para la BBC con un índice de 0 a 10 el estado de la democracia liberal en el mundo, Cuba es el peor país de América Latina con un 3,52.
El reporte considera la "democracia popular y participativa", como define el gobierno cubano su sistema político, como un "regímen autoritario".
La ONG defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) ha denunciado de forma recurrente los atentados contra las libertades por parte de las autoridades cubanas.
AI habló recientemente del "aumento del hostigamiento y las detenciones de corta duración de disidentes que se venía produciendo a lo largo 2014″.
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Sin libertades básicas
Cualquier definición de Cuba como una democracia causa indignación en el exilio histórico en Miami.
Quienes niegan que el sistema cubano sea democrático ponen como ejemplos las restricciones a la disidencia y a las libertades de expresión y asamblea.
"Aquí acusan de desórdenes públicos al que sale a la calle con alguna pancarta y grita alguna consigna a favor de la libertad, la democracia o contra el régimen dictatorial", le dijo recientemente a BBC Mundo Jose Daniel Ferrer, secretario ejecutivo de la Unión Patriótica Cubana (Unpacu).
El analista político Rafael Hernández no está de acuerdo con su posición, pero acepta que hay un debate público sobre la democratización del Partido Comunista.
"Las opiniones e intereses de la mayoría de gente en Cuba que no son miembros del partido deberían ser reflejados en la política del PCC. Esto es lo que democracia en el Partido Comunista y en el sistema político debería ser: hacer las instituciones actuales funcionar democráticamente de acuerdo con la constitución".
No está claro si el deshielo de las relaciones entre los dos vecinos ayudará a traer más democracia al estilo estadounidense a la isla, como espera el gobierno de Obama.
Sin embargo, por ahora, en vez de intentar forzar el cambio de sistema político a través de restricciones y sanciones, la Casa Blanca ha optado por negociar con el gobierno cubano en su forma actual.