En su primer mes como presidente de la República Islámica de Irán, Hassan Rohani se ha diferenciado en sus declaraciones -tanto en el tono como en las palabras escogidas- de su controvertido predecesor, Mahmoud Ahmadinejad.

La primera intervención de Rohani ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el martes por la noche, era esperada por otros líderes del mundo como la oportunidad de medir los alcances de esta distancia "dialéctica" entre ambos mandatarios iraníes.

Ahmadinejad pronunció su primer discurso ante la ONU en septiembre de 2005, cuatro años después de los atentados en Nueva York y Washington, con Irak y Afganistán ocupados militarmente por tropas estadounidenses y George W. Bush en la presidencia de Estados Unidos.

Rohani habló ante su pares en una coyuntura internacional dominada por la crisis siria y el uso de armas químicas, con la amenaza de una nueva intervención militar en Medio Oriente (en este caso contra el gobierno de Damasco), un Irak sin ocupación extranjera -que sí continúa en suelo afgano- y Barak Obama en el primer año de su segundo mandato.

A pesar de los ocho años de diferencia, ambos discursos tuvieron como tema central el programa nuclear iraní, la garantía de la nación islámica de que se trata de un proyecto con fines pacíficos y el derecho "inalienable" de Irán a producir combustible nuclear en su territorio, defendido por ambos presidentes.

BBC Mundo le ofrece una nube con las palabras más usadas en ambos discursos. El tamaño de cada término refleja la cantidad de veces que ese vocablo fue mencionado.

Hassan Rohani – 24 de septiembre de 2013

Discurso Rohani

Mahmoud Ahmadinejad – 17 de septiembre de 2005

Discurso Ahmadinejad

Coincidencias y diferencias

Curiosamente, ambos mandatarios comenzaron sus discursos describiendo su época como un tiempo de miedos y esperanzas, pero luego Ahamadinejad dedicó gran parte de su texto a la fe religiosa, a la que describió como "la solución a muchos de los problemas actuales", al declive del pensamiento agnóstico del mundo, a los profetas de las religiones monoteístas y a la espiritualidad como enemiga de la pobreza y la discriminación.

Para el expresidente iraní, la discriminación era la madre del "odio, la guerra y el terrorismo" y la Justicia, por el contrario, "la correcta distribución de los recursos" e iguales derechos para todos.

"Aquellos que hablan de la amenaza iraní son una amenaza a la paz y a la seguridad mundial, o promueven esa amenaza"

Rohani, por su parte, hizo pocas referencias religiosas pero -en la misma línea de su predecesor- habló de la xenofobia a nivel mundial (y en particular a la islamofobia y a la iranofobia) y se refirió a la idea imperante de un centro civilizado y una periferia incivilizada.

"Racionalidad y moderación" fueron dos de los conceptos sobre los que giró el discurso del actual mandatario, mientras que Ahmadinejad se centró en "espiritualidad y justicia".

Ambos líderes criticaron las intervenciones militares en Irak y Afganistán, los crímenes en contra de los palestinos, el uso de armas químicas por parte de Saddam Hussein, y apuntaron contra aquellos que hablan de derechos humanos cuando en realidad estuvieron o están detrás de los casos antes mencionados.

"El terrorismo de Estado es respaldado por aquellos que dicen luchar contra el terror" fueron las palabras de Ahmadinejad. "Aquellos que hablan de la amenaza iraní son una amenaza a la paz y a la seguridad mundial, o promueven esa amenaza", dijo ocho años después Rohani.

Pero la gran diferencia es lo que ambos líderes no dijeron en su discurso. Mientras Ahmadinejad habló del sionismo ("la ocupación sionista" y "el régimen sionista), Rohani no mencionó la palabra en ninguna ocasión. Por otra parte, el actual mandatario mencionó a Estados Unidos, a Barack Obama y a Washington, mientras su predecesor nunca nombró al presidente de Estados Unidos, ni a la capital del país ni al país en absoluto.

Rohani dijo que Irán está dispuesto a comenzar "inmeditamente" negociaciones sobre su programa nuclear con Obama, Washington y Estados Unidos si eran desoídos aquellos que en esa nación promovían los tambores de la guerra.