Cambio en Venezuela

Aunque hubo operaciones este jueves, el sistema del cambio de dólares libre apenas arranca.

"Perdóneme que soy una ignorante", le dice una cliente a la señora que atiende en la casa de cambio.

"Es la primera vez que hago esto", añade, en el día que entra en vigor el llamado "dólar libre" en Venezuela.

"No se preocupe que acá todos estamos aprendiendo", le responde la empleada de Italcambio, la red de casas de cambio más importante del país.

Es un día que genera curiosidad para muchos venezolanos: por primera vez en mucho tiempo, podrán cambiar bolívares por dólares libremente.

Por eso se ven personas deambulando al frente de las casas de cambio, a ver qué comentan, de qué se enteran, "qué es lo que hay", como dicen acá.

Son pocas las casas de cambio que hay en la capital venezolana: tras 12 años de control cambiario, cada vez se volvió menos útil dicho negocio de compra y venta de divisas.

De hecho, las casas de cambio que quedaron se dedicaban, hasta este jueves, exclusivamente a la gestión de remesas.

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Casa de cambio en Venezuela

Las casa de cambio en Venezuela han estado de capa caída en los últimos años.

Pero ahora el gobierno, que lucha para remediar una complicada crisis económica, ha vuelto a abrir una especie de mercado libre de divisas.

Y este jueves, que fue el primer día en que le gente podía cambiar sin la intervención del Estado, se notó aquello que dijo otra de las presentes en la conversación con la funcionaria: "Es que acá todos somos principiantes".

El país de las cuatro tasas de cambio

Tras la mencionada medida dada a conocer hace dos semanas por el gobierno de Nicolás Maduro, Venezuela vuelve a encontrarse con cuatro tipos de cambio distintos.

Hay uno de 6,3 bolívares por dólar para importaciones consideradas esenciales –alimentos y medicinas– otro de 12 bolívares para otras importaciones y viajeros y una libre que se ha transó a 171 bolívares en su primer día.

Cambio en Venezuela

El venezolano puede comprar topes de US$300 al día, US$2.000 al mes y US$10.000 al año.

En ese nuevo mercado libre, el llamado Sistema Marginal de Divisas (Simadi), hay tres formas de vender y comprar moneda extranjera: a través de títulos, de bancos (para grandes transferencias) y de casas de cambio (para el llamado menudeo, o cambio al por menor).

Adicional a estas tres tasas hay una tasa más alta en el mercado negro, donde un dólar se cotiza a 190 bolívares.

Con la apertura del nuevo sistema, el Estado –que por medio del petróleo es el mayor receptor de dólares en el país– espera recibir más bolívares por sus dólares con el objetivo de reducir el déficit fiscal del 15% y contener la inflación, que es la más alta del mundo (68% en 2014, según cifras oficiales).

Entre curiosidad y esperanza

La casa de cambio Angulo López en el centro de Caracas está cerrada desde hace más de seis meses, así como sus otras 10 sucursales a lo largo del país.

"El negocio de las remesas no era suficiente para mantenernos abiertos, sobre todo después de que el gobierno suspendió el envío de remeses a Colombia, el país a donde más se enviaban", dice Raúl Angulo, gerente de Angulo López en Caracas.

Transadas a 12 bolívares por dólar –cuando el dólar negro estaba 10 o 15 o 20 veces más alto– enviar remesas y después traerlas en efectivo al país para cambiarlas al mercado negro se convirtió en un negocio de muchos, que el gobierno quiso remediar con la suspensión.

"Pero ahora estamos haciendo ajustes para volver a salir al mercado a cambiar dólares", añade Angulo, con un tono de esperanza.

Italcambio en Venezuela

Las casas de cambio que se han mantenido lo hicieron gracias al envío de remesas.

Parte de esos ajustes es ultimar el sistema de vigilancia e información de las transacciones con el Banco Central de Venezuela, que centraliza todo el flujo de divisas en el país.

"Una vez eso listo, y cuando contratemos nuevo personal y arreglemos un poco la oficina, volveremos a operar", explica.

¿Habrá dólares?

Varios economistas han manifestado su temor a que este nuevo sistema, por muy libre que sea, no cuente con los dólares necesarios para abastecer la demanda de los venezolanos.

Angulo, sin embargo, es optimista: "Aunque el turismo haya caído, los extranjeros que vengan a Venezuela querrán cambiar de manera legal así (la tasa) sea un poco menor que en el mercado libre", explica.

"Y de ahí habrá una fuente de dólares", dice.

Casa de cambio cerrada

Hay casa de cambio que a pesar de la apertura de un nuevo sistema libre, no han abierto.

El gobierno informó este jueves que asignó US$4,2 millones para el menudeo, una cifra que, teniendo en cuenta la restricción de 300 dólares al día, les permite a cambiar a 14.000 personas.

La mayor fuente de divisas de Venezuela, el petróleo, ha bajado dramáticamente de precio en los últimos meses, reduciendo la oferta de dólares que ya hace un año era insuficiente.

En Venezuela, además, la demanda por dólares puede ser mayor que en cualquier otro país, puesto que la constante devaluación del bolívar y la inflación han hecho que tener los ahorros en moneda extranjera sea la única forma de que no pierdan valor día a día.

Por eso este jueves en Italcambio cada vez que entraba un cliente con el objetivo de vender dólares todos volteaban a mirar y especulaban sobre esta nueva "fuente" de divisas que, por muy reducida que sea, ahora se hace posible en Venezuela.

"Para que se puedan comprar dólares alguien tiene que vender", dijo Rosa, una mujer mayor a la salida de Venegiros, otra casa de cambio en Caracas, rodeada de otras personas que venían averiguar qué era lo nuevo.

"¿Y quién va a vender sus dólares a 170 cuando los puede vender a 190 y sin comisión en el negro?", se preguntó.