El líder norcoreano Kim Jong-un fue retratado dándoles la bienvenida a los miembros de la delegación surcoreana el 6 de marzo de 2018.

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El líder norcoreano Kim Jong-un fue retratado dándoles la bienvenida a los miembros de la delegación surcoreana.

Tras el inusitado diálogo con su "enemigo histórico" Corea del Sur, Corea del Norte parece extender su ramo de olivo también a Estados Unidos.

El líder norcoreano, Kim Jong-un, se mostró este martes dispuesto a establecer un diálogo con Washington y hasta deshacerse de sus armas nucleares.

Eso sí, para ello requeriría que el gobierno de Pyongyang no se siente amenazado después de las conversaciones, según informó una delegación de Corea del Sur que visitó la capital norcoreana.

Tras regresar a Seúl, el jefe de seguridad nacional surcoreano, Chung Eui-yong informó, además, que Kim está también abierto a suspender las pruebas nucleares y de misiles mientras se lleven a cabo los diálogos.

Ante la inusitada rama de olivos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump publicó en Twitter que, por primera vez en muchos años, todos los interesados estaban haciendo "un gran esfuerzo", aunque señaló que podría tratarse de una "falsa esperanza".

Chung anunció, además, que Kim se reunirá con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, el próximo mes.

El encuentro formó parte de una serie de acciones con miras a acercar a las dos Coreas que surgió en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebraron en el Sur en febrero.

Anteriores intentos de diálogos entre los tres países concluyeron sin resultados.

La hermana de Kim Jong-un también participó en el encuentro.

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La hermana de Kim Jong-un también participó en el encuentro.

La delegación tiene programado visitar Washington más adelante en la semana para informar al gobierno de Estados Unidos sobre las conversaciones con el Norte.

EE.UU. dijo que es "cautelosamente optimista" sobre una posible mejora en las relaciones en la península, pero descartó iniciar conversaciones formales con Pyongyang a menos de que se deshagan de sus armas nucleares.

Durante los Juegos Olímpicos, Washington sostuvo que, sin un compromiso antinuclear, los gestos de acercamiento hechos por Corea del Norte tendrían poca relevancia.

Encuentro sorpresivo

Kim Jong-un se ha reunido con muy pocos funcionarios extranjeros desde que asumió el liderazgo de su país y la última vez que enviados del Sur visitaron Pyongyang fue en 2007.

Animadoras norcoreanas en las Olimpiadas de Invierno el pasado mes de febrero en Corea del Sur.

AFP
Los Juegos Olímpicos de Invierno sirvieron de marco para que Corea del Norte ejerciera acciones para acercarse al Sur.

De modo que es significativa la panorámica de una delegación del Sur sonriente y compartiendo la cena con el líder norcoreano.

Entre los enviados de Seúl estaban el jefe de inteligencia Suh Hoon y el asesor de Seguridad Nacional Chung Eui-yong.

Su presencia tenía el objetivo de capitalizar las reducidas tensiones luego de los Juegos Olímpicos, donde las Coreas desfilaron con una misma bandera.

El anhelo es que, en el futuro, unas negociaciones formales rompan con el alejamiento diplomático entre Estados Unidos y Corea del Norte y persuadan a este último de abandonar sus armas nucleares, algo a lo que se ha resistido pese a que cada vez recibe más sanciones.

La agencia de noticias estatal norcoreana, KCNA, informó que Kim les había dado "una cálida bienvenida" a los delegados y que habían mantenido una "conversación franca".

El líder norcoreano, junto a su esposa y su hermana, encabezó una cena para la delegación surcoreana.

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El líder norcoreano, junto a su esposa y su hermana, encabezó una cena para la delegación surcoreana.

Los representantes surcoreanos le entregaron una carta de su presidente, Moon Jae-in, en la que este invitaba a Kim a continuar las reuniones.

El líder norcoreano "intercambió puntos de vista y llegó a un acuerdo satisfactorio" respecto al contenido de la misiva y dio órdenes para que fuera respondida, según informó KCNA.

En la cena, que se alargó cuatro horas, también participaron la esposa de Kim, Ri Sol-ju, quien rara vez aparece en eventos oficiales, y la hermana del líder, Kim Yo-jong, que ejerció de representante de Corea del Norte en los últimos Juegos Olímpicos de Invierno.

Lo más probable es que Corea del Sur no se pronuncie sobre esta cita aparentemente amistosa hasta que su delegación regrese a Seúl.

Fuentes oficiales recalcaron que estas conversaciones sólo son preliminares, pero los partidos políticos han "medio compartido" sus opiniones sobre ciertos asuntos.

Ante la pregunta de si el tema del desarme nuclear se había tocado en la reunión, un miembro de la administración de Moon respondió: "Supongo que sí", según publicó la agencia de noticias Yonhap.


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