Carlos Alberto Olivares es un fanático de las antigüedades y en los últimos años el coleccionismo ganó un lugar en su corazón.

"Tengo 13 colecciones abundantes y diferentes: una de sellos de piedra orientales y una colección importante de arte erótico", describe entusiasmado en una conversación telefónica con BBC Mundo.

"Es un amante de las reliquias", añade su abogado, Carlos Demayo.

Carlos Olivares es el protagonista de una historia que tuvo repercusión mundial luego de que en un allanamiento policial el pasado 9 de junio en su domicilio de la localidad de Beccar, en el norte de la provincia de Buenos Aires, se encontrara un tesoro de artefactos nazis.

En ese procedimiento se le requisaron al menos 75 piezas entre bustos de Adolf Hitler, esculturas e instrumentos de uso médico relacionados al nazismo como así también restos arqueológicos y fósiles.

La justicia investiga ahora si las piezas decomisadas son auténticas, mientras que Olivares está imputado por no cumplir la ley que protege el patrimonio arqueológico y cultural de Argentina.

Pero, ¿quién este hombre que tenía una gran cantidad de elementos nazis jamás hallada en Argentina?

Apasionado

Carlos Alberto Olivares se presenta como argentino, soltero y sin hijos.

"Soy una buena persona comprometida socialmente por el otro", agrega.

Nació hace 55 años en la zona oeste de la provincia de Buenos Aires, pero desde hace unos 30 años eligió vivir en la localidad de Beccar en una casa que quiso salvar de una demolición porque era la primera de estilo inglés construida en la zona.

Pero sobre todo, Olivares es un apasionado del coleccionismo.

"El que colecciona tiene el placer de decir: 'esto no lo tiene nadie'", describe a BBC Mundo, aunque prefiere no hablar de la causa en la que está involucrado.

El hombre es dueño de un comercio de antigüedades.

"Me especializo en el arte oriental, su decoración y antigüedad, aunque todo está mutando en el comercio de antigüedades. Tengo un local con objetos y reproducciones de Afganistán, Turquía, Birmania, Tibet, Mongolia, etc.", enumera.

Olivares cuenta que desde su juventud, su tía lo introdujo en el mundo del comercio de ventas de objetos de casas que pertenecieron a ejecutivos extranjeros, en su mayoría estadounidenses, que eran trasladados a otros países por sus trabajos.

"A nosotros nos llamaba la atención que la gente se peleaba por objetos y la mayoría eran antigüedades. Entonces empecé a estudiar sobre el tema y fue apasionante. Luego me puse un comercio y ahí se fue expandiendo", cuenta.

Después se empezó a involucrar en la organización de ferias de antigüedades y centros comerciales e incluso, dice, educó a los dueños de los puestos de feria para que mejoren sus ventas y se volvió un referente en el rubro en la zona norte de la provincia.

"Ojo adiestrado"

Olivares dice que se interesa por una pieza cuando no es vulgar.

"Yo miro el trabajo que tiene la pieza. Tengo un ojo adiestrado en cuanto a la calidad", asegura.

"Hay cosas que no compro porque me generan desconfianza porque no conozco su procedencia", afirma.

Y aclara que para evitar malentendidos, "cualquier cosa que compro, tengo un talonario y lo hago firmar" para llevar un registro.

Busto de Hitler.

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El gobierno de Argentina aspira a que las piezas sean exhibidas en el Museo del Holocausto de Buenos Aires.
Elementos nazi

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Entre los elementos secuestrados había un artefacto para medir el cráneo.
Cruz esvástica

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La justicia investiga si los artefactos nazis son auténticos.

La investigación

El juzgado Federal número 1 de San Isidro, Buenos Aires, que lidera la jueza Sandra Arroyo Salgado, lleva adelante la causa contra Carlos Olivares por la infracción a la ley 25.743.

El objetivo de la ley es "la preservación, protección y tutela del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico como parte integrante del Patrimonio Cultural de la Nación", dice la norma.

"Este hombre jamás cometió un delito", dice su abogado, Carlos Demayo, en relación a la tenencia de figuras y reliquias nazis en su casa.

"En la causa lo único que se le imputa es tener restos paleontológicos en su poder", añade el letrado a BBC Mundo.

Cuando la Policía Federal realizó el allanamiento en dos comercios de Olivares, se encontraron con piezas que están dentro de la lista roja de la Unesco y que está prohibida su comercialización.

Pero cuando realizaron el operativo en su casa, además de decomisar material arqueológico se encontraron con los artefactos y esculturas nazis.

"Lo que la justicia está haciendo ahora es buscar gente especializada en el tema para poder determinar la originalidad de esos elementos, como las momias" secuestradas, le dijo a BBC Mundo una fuente judicial que pidió no ser identificada.

"Esto no pasó nunca. No hay cuerpos especializados en esto por eso se dificulta un poco", añadió.

El juzgado depende ahora del resultado de esas pericias para determinar "si el delito cambia a una violación de ley antidiscriminación", dijo la fuente, en relación a las figuras nazis.

En la legislación argentina, la ley 23.592, popularmente conocida por Ley Antidiscriminación, penaliza la persecución, discriminación y propaganda racial, religiosa o de nacionalidad y tiene una pena de uno a tres años de prisión.

Objetos nazi secuestrados.

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Las autoridades argentinas secuestraron de la casa de Olivares al menos 70 objetos nazi.

Ocultos

El Ministerio de Seguridad de Argentina informó el pasado martes sobre el operativo en el domicilio de Olivares y describió que los elementos nazis estaban ocultos detrás de una pared falsa.

"Jamás existió una doble pared. Hay una pared visible y un armario", afirma el abogado Demayo a BBC Mundo.

"Esto es una locura, las piezas nunca fueron llevadas al local, porque la exhibición de elementos nazis está penada. Este hombre las tenía en su casa, en un depósito y de ninguna manera hizo exhibición de nada", añade.

El abogado insiste que las piezas son réplicas.

"Es absurdo que guardes en tu casa elementos que valen US$30 millones y no lo hayas vendido", dice.

Y afirma que Carlos Olivares los tenía en su casa "porque le gusta. Él adora lo antiguo".

"No lo podía creer"

Ariel Cohen Sabban, presidente de Delegación de Asociaciones Israelitas de la República Argentina (DAIA), tuvo acceso a los elementos nazis incautados en la casa de Olivares y quedó pasmado.

"No podía creer cuando me paré y vi la lupa que usaba Hitler al lado de un retrato con la misma lupa, situaciones que jamás hubiera pensado que iba a vivir", añade Cohen Sabban a BBC Mundo.

"¿Cómo podemos mirar a los ojos a un sobreviviente del holocausto diciéndole que se escapó de Alemania para vivir en un país mucho más tranquilo y que se permita la venta de elementos nazis?", opina.

El gobierno anunció que cuando termine la causa, las piezas nazis serán exhibidas en el museo del Holocausto de Buenos Aires.

Mientras tanto, Carlos Olivares tiene la esperanza de recuperarlas.

"Yo compré las cosas alemanas en la Argentina hace más de 20 años y no había una ley que lo prohibiera", dice.

Olivares relata que el primer elemento nazi que tuvo fue una cruz de hierro que se entrega a soldados después de la guerra.

"La tenía en el puesto (de la feria) y dos veces vi una escupida en la cruz. Eso me hizo reflexionar: esto le hace doler a alguien no tiene sentido que yo tengo esto acá. Entendí que hay cosas sensibles que hay que tener mucho cuidado", reconoce.