Sin embargo, tras una discusión de cerca de 12 horas en la ciudad holandesa de La Haya, el comunicado sobre el plan definitivo para la destrucción del arsenal químico sirio no dice dónde se llevará a cabo ese proceso, apunta la corresponsal de la BBC en Holanda, Anna Holligan.

La decisión fue alcanzada pese a que Albania descartara destruir el arsenal sirio en su territorio.

El plan está diseñado como una hoja de ruta y establece lo que denomina "metas ambiciosas" que debe alcanzar el gobierno sirio.

La fecha para la destrucción total, negociada entre Estados Unidos y Rusia con el respaldo de Naciones Unidas, es mediados de 2014.

Sin embargo, tras la negativa de Albania, se desconoce dónde se destruirá el arsenal.

Los plazos

Materiales químicos y máscaras de gas

Este viernes vencía el plazo para que la OPAQ estipulara cuánto tiempo tomaría eliminar el arsenal.

"Siria declaró que las instalaciones de armas químicas se someterán a destrucciones secuenciadas entre el 15 de diciembre y el 15 de marzo, de acuerdo al criterio del riesgo", indica el comunicado de la OPAQ.

El plan contempla que las armas químicas hayan salido de Siria el 5 de febrero y que las más peligrosas estén fuera de sus fronteras a finales de diciembre de este año.

El único elemento que permanecerá en el país más allá del 5 de febrero es el isopropanol, uno de los ingredientes clave para elaborar el agente nervioso sarín.

El coordinador especial de la misión conjunta de la OPAQ y la ONU agradeció a los países que contribuyeron a la financiación y la implementación del plan hasta ahora e instó a otros a sumarse a los esfuerzos internacionales.

El director general de la OPAQ, Ahmet Umzucu, saludó el plan que, asegura, "provee una hoja de ruta clara" y "establece metas ambiciosas que debe cumplir el gobierno de Siria".

"La siguiente fase será la más desafiante y su puesta en marcha a tiempo requerirá la existencia de un ambiente seguro para la verificación y el transporte de las armas químicas".

La decisión albanesa

Albania

El primer ministro albanés decidió no albergar la destrucción de armas químicas tras varios días de protestas.

La reunión ejecutiva de la OPAQ de este viernes en La Haya se retrasó varias horas mientras se esperaba la decisión albanesa.

El país balcánico destruyó recientemente su propio arsenal químico y Estados Unidos le pidió que albergara las armas sirias desmanteladas.

Pero, tras varios días en la capital, Tirana, y otras de las principales ciudades del país, el primer ministro, Edi Rama, dijo en un discurso televisado que Albania no podía "implicarse en esa operación".

Albania y las armas químicas

  • La exrepública soviética declaró la posesión de 16 toneladas de gas mostaza a la OPAQ.
  • Completó la destrucción de las armas declaradas en julio de 2007.
  • Cuando se descubrieron otros agentes químicos en septiembre de 2011, los destruyeron en un año.

Fuente: OPAQ

Sin embargo, el primer ministro criticó a la oposición por su rechazo a que el gobierno considerase la idea.

La embajada de Estados Unidos en Tirana dijo en un comunicado que respetaba la decisión albanesa pero apuntó que Washington "seguirá trabajando con sus aliados y socios, así como con la OPAQ y la ONU para asegurarse de la eliminación del programa de armas químicas de Siria".

Francia y Bélgica fueron señaladas como posibles alternativas para albergar la destrucción de las armas químicas sirias, que se cree que son unas 1.000 toneladas.

Por su parte, Noruega se ha comprometido a enviar un buque de carga y una fragata de la Marina a los puertos sirios para recoger el armamento y transportarlo a otro lugar para su destrucción.

Sin embargo, dijo que no podía destruir las armas en su propio territorio por falta de experiencia.

La OPAQ confirmó el mes pasado que había destruído todos los centros de producción de armas químicas declarados por Siria antes de la fecha límite establecida del 1 de noviembre.

Sigrid Kaag, la coordinadora de la misión conjunta de Naciones Unidas y la OPAQ, dijo en la reunión de este viernes que los inspectores trabajan "en una zona de guerra activa", en una situación con grandes desafíos para la seguridad.