El papa Francisco llegó a Río de Janeiro en su primer viaje al extranjero.

El Papa fue recibido por la presidenta Dilma Rousseff en las escalerillas del avión en la pista del Aeropuerto Internacional de Galeao.

El pontífice recibió un ramo de flores y luego dedicó varios minutos a saludar a funcionarios del gobierno brasileño.

Tal como indica el corresponsal de BBC Mundo en Río, Gerardo Lissardi, un gran plan de seguridad ha sido desplegado para proteger al pontífice con cerca de 30.000 militares y policías movilizados en total.

Desfilará por el centro en un "papamóvil" abierto en lugar de uno blindado, según adelantó la alcaldía.

"Esa zona de la ciudad y el Palacio Guanabara, la sede del gobierno estatal que el Papa visitará más tarde, son dos puntos donde recientemente se concentraron manifestaciones por reclamos diversos, muchas de los cuales acabaron en choques violentos con la policía", indica Lissardi.

Esto y el hecho de que se hayan convocado nuevas protestas durante el desarrollo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica -incluida una este mismo lunes frente al Palacio Guanabara- han causado inquietud a nivel gubernamental.

El Papa recorre en estos momentos las calles de Río en un papamóvil, que más bien es una van. Francisco ha decidido bajar la ventanilla del auto y saludar a los miles de habitantes de la ciudad que se han congregado para verlo pasar.

Jóvenes sin empleo

El pontífice despegó esta mañana desde Roma y durante el vuelo le dijo a los periodistas que la crisis económica mundial está creando una generación completa de jóvenes sin empleo.

También criticó la tendencia al aislamiento social de los ancianos.

El otrora cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, quien se convirtió en el primer Papa latinoamericano, estará presente en el festival internacional de la juventud católica y planea saludar a miles de jóvenes seguidores en la playa de Copacabana, pasar por las favelas y visitar un hospital para drogadictos.

También se reunirá con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

El Papa se negó a utilizar un papamóvil blindado en su visita, a pesar de las solicitudes de los altos funcionarios de seguridad de Brasil.

Río

Miles de personas esperaron en las calles de Río el paso del papa Francisco.