El 22 de julio de 1987, Naji Salim Hussain Al-Ali caminaba por una calle de Londres cuando recibió un disparo en el cuello. Murió un mes más tarde.

Al-Ali era caricaturista político en el periódico kuwaití Al-Qabas. Sus dibujos satíricos eran vistos a veces como críticos del régimen palestino y había recibido numerosas amenazas de muerte antes de su asesinato.

Nadie fue condenado por el crimen, pero ahora, 30 años después, la investigación acaba de ser reabierta.

El comando antiterrorismo de la Policía Metropolitana está buscando información sobre la persona que le disparó y sobre otro hombre que fue visto saliendo en coche desde la escena del crimen.

Un tiro por detrás

En el momento de su muerte, comentaristas de Medio Oriente mantuvieron que su asesinato formaba parte de una campaña de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) para silenciar a sus críticos en Europa y Medio Oriente. Pero la OLP negó la acusación.

"Durante toda su carrera dejó descontentos a muchos con sus caricaturas: obviamente a Israel, pero también a líderes y gobiernos árabes, incluida la autoridad palestina", dijo su hijo, Khalid Al-Ali.

"Siempre hubo amenazas, hubo problemas con sus dibujos, pero eso no le impidió seguir dibujando".

Scotland Yard

AFP
La Policía Metropolitana reabrió la investigación sobre la muerte de Al-Ali.

Un estudiante palestino arrestado durante la investigación fue encarcelado más tarde por posesión de armas y explosivos. Declaró que había estado trabajando tanto para la OLP como para el servicio secreto israelí, el Mossad.

Momentos antes de su asesinato, Al-Ali estacionó su auto y caminó por una calle hacia su trabajo, en el oeste de Londres.

Testigos reportaron haberlo visto mientras era seguido por el hombre armado, que le disparó desde atrás.

Lo describieron como de unos 25 años, con apariencia de ser de Medio Oriente, y un abundante y ondulado pelo negro. Llevaba una chaqueta desgastada y unos pantalones oscuros.

Después del ataque, el tirador fue visto corriendo por las calles aledañas.

Otro testigo dijo que había visto a otro hombre entrando en el asiento del conductor de un Mercedes gris momentos después del incidente.

Según los reportes, este hombre estaba corriendo con su mano izquierda en la parte derecha de su chaqueta, como si estuviera ocultando algo.

Fue descrito como de unos 50 años, 1,80 de altura, complexión media con grandes hombros y apariencia de Medio Oriente.

Tenía un espeso pelo oscuro con muchas canas y una nariz "mayor que la media". Estaba afeitado y llevaba un traje gris.

"Las lealtades cambiaron"

El comandante Dean Haydon, líder del comando antiterrorismo de la Policía Metropolitana, dijo: "El tirador fue visto siguiendo a Al-Ali durante unos 40 segundos antes de dispararle.

Pese a la brevedad del ataque, los testigos dieron una buena descripción del sospechoso.

La Tokarev 7.62 empleada para asesinar a Al-Ali.

EPA
El arma homicida fue encontrada dos años más tarde.

"Creemos que pudo haberse encontrado con el hombre visto en el Mercedes gris justo después del asesinato. Creemos que este conductor fue visto escondiendo el arma en su abrigo".

El arma, una pistola Tokarev 7.62, fue encontrada en un espacio abierto en el centro de Londres casi dos años después del asesinato, el 22 de abril de 1989.

"El brutal asesinato de Al-Ali devastó a su familia, y 30 años después continúan sintiendo la pérdida", agregó Haydon.

"Muchas cosas cambiaron en 30 años, las lealtades cambiaron y gente que no estaba dispuesta a hablar en el momento del asesinato ahora podría llegar con información crucial".