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Pescadores de Barobo sobre el yate "Sajo" donde fue hallado el hombre.

A Christopher Rivas, un pescador de localidad de Barobo, un plácido lugar en el océano Pacífico al sur de Indonesia, le llamó la atención encontrarse con un barco que se paseaba como un fantasma errante por las aguas donde suele pescar.

Ocurrió el pasado 26 de febrero: Rivas vio la embarcación a la deriva, subió a cubierta y bajó a la cabina para investigar qué había ocurrido, pero sobre todo, cómo el barco había llegado hasta allí.

El misterioso ruido que no deja dormir a los habitantes de un pueblo de Oregón, EE.UU.

De inmediato, la policía dio a conocer la información por su página de

Facebook, donde narraba los detalles del macabro hallazgo y pedía información para lograr la identificación del hombre.

Y en su interior se encontró con una sorpresa: el cuerpo momificado de un hombre sentado en la mesa de cartas junto a la radio del barco, de acuerdo al reporte de la policía de Borobo.

Los documentos hallados dentro del velero estaban relacionados con un ciudadano alemán, Manfred Fritz Bajorat, quien efectivamente figuraba en los registros como el propietario del yate, aunque las autoridades de Indonesia no han confirmado hasta el momento si el cuerpo es efectivamente el de Bajorat.

Pero lo que se desconoce es qué le causó la muerte y cuánto tiempo llevaba a la deriva cuando fue encontrado.

En el reporte oficial, la policía de Barobo anotó que en el cuerpo no se habían hallado indicios de violencia.

En este momento se encuentran investigando los últimos datos sobre el rumbo de la embarcación y sobre quiénes estuvieron en contacto con el tripulante antes de morir.

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Esta es una de las fotografías halladas dentro de la embarcación y que fueron dadas a conocer por la policía de Barobo para identificar al hombre.

Lo que más sorprendió a los pescadores que hallaron el cuerpo y a las autoridades fue el estado de conservación en que se encontraba el marinero extraviado.

Al hombre lo encontraron con su brazo derecho sobre el escritorio, con una mano cerca del teléfono, según detallan los reportes.

Lo curioso además es que, según lo señalado por los forenses, el hombre podría haber muerto cuatro días antes de ser encontrado en su yate, bautizado "Sajo".

"Es un total misterio para nosotros", le dijo Mark Navales, el subdirector de la policía de Barobo, a la agencia AFP.

Se cree que la combinación de la sal del océano y altas temperaturas tienen que ver con la preservación del cuerpo.

La embajada de Alemania en Manila no se ha pronunciado al respecto, mientras que el yate fue conducido a la isla de Mindanao a la espera de que se devele su misterio.