Este año se cumple el 60 aniversario de la primera ascensión a la cumbre más alta del mundo, la del Everest, y está plagado de noticias en torno a la montaña.
Una de ellas es la que generó días atrás el mexicano David Liaño González, quien subió hasta la cima dos veces, una por el lado sur (Nepal) y otra por el norte (Tíbet), en la misma temporada.
Hizo cumbre por el lado nepalés el sábado 11 de mayo y del lado tibetano el domingo 19.
Pero, ¿qué tiene esto de especial?
"Hay algunos sherpas (guías o porteadores), y pocas otras personas, que han logrado subir dos veces en la misma temporada por el mismo lado", le cuenta Liaño a BBC Mundo, tras su regreso de la cumbre.
Un montañista no profesional
Liaño empezó a escalar en roca a los 13 años con su padre. Luego tomó cursos y subió a los grandes volcanes mexicanos.
Más tarde participó en expediciones a Sudamérica.
En 2006 completó el ascenso a las siete montañas más altas de cada continente ("seven summits", como se conocen en inglés), algo que consiguió en tan solo dos años y medio.
Con los de este año, lleva cinco ascensos al Everest. También en el Himalaya, ha escalado el Cho-Oyu (8.200 metros) y el Lhotse (8.516 metros).
"Yo no soy un alpinista profesional, no vivo de esto, y todas mis expediciones han sido financiadas de manera personal", le cuenta Liaño a BBC Mundo.
De hecho, él se dedica profesionalmente a las finanzas, algo que decidió al darse cuenta del costo que podía tener depender de auspiciantes: "Me había dado cuenta del compromiso que le generaba a los alpinistas profesionales el comprometerse de alguna manera a subir a la cima en nombre de un patrocinador; era una situación estresante para ellos, sobre todo cuando las cosas no funcionaban bien".
"Yo no quería pasar por eso y decidí no buscar patrocinios".
Además de escalar montañas, Liaño es corredor y triatleta, piloto de parapente, y velerista.
"Pero desde hace 60 años, desde el primer ascenso, nadie había logrado subir por ambos lados de la montaña en la misma temporada".
Especialistas del mundo del montañismo se lo confirmaron a BBC Mundo.
No es una tarea menor. Además de la exigencia física, requiere de un enorme esfuerzo organizativo.
"Representa tener dos rutas completamente armadas en la misma temporada, provisiones, adicionalmente a tener que transportarse cientos de kilómetros a través de helicópteros, aviones, y autos, caminar más de 25 kilómetros, tener ocho campamentos armados, tratar con un equipo de más de 50 personas, permisos en dos países, visas en dos países, establecimiento de cuerdas fijas en dos países, agencias gubernamentales en dos países, etc.", explica Liaño.
"Creo que es evidente por sí solo que el doble ascenso es una expedición única".
Foto de familia
Liaño, soltero y con un hermano menor, dice que parte fundamental de la motivación que lo lleva a completar estas aventuras está en el apoyo de su familia.
Gracias a eso "puedo concentrarme de lleno en lo que estoy haciendo y no tengo la distracción de pensamientos negativos".
"Siempre he contado con el apoyo total e incondicional de mis padres".
Así que llevó hasta la cumbre una foto familiar, como muestra de agradecimiento y reconocimiento.
"Abrir huella"
Muchas de las personas que suben a la cima del Everest lo hacen en el marco de expediciones organizadas. No fue el caso de Liaño, quien subió por su cuenta, acompañado por el local Sonam Sherpa.
De hecho, el primer ascenso, por la cara sur, fue muy especial, porque ellos eran los únicos en la cima, algo poco común en el pico más famoso del mundo.
"De alguna manera, mientras escalaba ese día, me imaginaba a la montaña como la habían visto Hillary y Norgay hace 60 años".
El 29 de mayo de 1953 el neozelandés Edmund Hillary y el sherpa Tenzig Norgay se convirtieron en los primeros hombres -de los que hay registro- en alcanzar la cima del Everest, a 8.848 metros sobre el nivel del mar.
La nieve que pisaron esos pioneros estaba intacta. También la que pisaron Liaño y Sonam Sherpa.
"Tuvimos que abrir huella y hacer nuestro propio camino, como hace 60 años", cuenta el mexicano.
Ahora, a navegar
A pesar de haber hecho historia en la montaña, Liaño se quedó con ganas de más.
"Traté de promover un vuelo en parapente desde la cima del Everest pero desafortunadamente este no fue autorizado por el ministerio correspondiente y el parapente tuvo que quedarse en el campamento base".
Pero ahora ha fijado su mirada en el siguiente objetivo, uno que está al nivel del mar.
A mediados de 2013 quiere convertirse en el primer mexicano en circunnavegar el mundo en solitario, sin paradas y sin asistencia.
"Por extraño que parezca", dice, "hay muchas similitudes entre escalar las grandes montañas del mundo y cruzar un océano en solitario".
"El espíritu de aventura es el mismo".